El gobierno de Pedro Sánchez descarta enviar un nuevo embajador. Caso Leopoldo López tensa las relaciones bilaterales.
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores para Iberoamérica y el Caribe de España, Cristina Gallach, anunció que el Reino de España no enviará nuevo embajador a Venezuela, en sustitución de Jesús Silva, sino que designará a un encargado de negocios.
Se había anunciado que el actual embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo, ocupara la conducción de la legación en reemplazo de Jesús Silva, actual embajador que abandonará el cargo .
"En cuanto al nombramiento de un nuevo embajador en Venezuela, que se realizará como encargado de negocios con cartas y gabinete, y no como embajador", reveló la diplomática Gallach.
El objetivo es dejar constancia de que la Unión Europea y sus Estados miembros no consideraron “justas ni transparentes” las elecciones presidenciales de 2018, en las que se basa el actual mandato de Nicolás Maduro.
En la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gallach detalló que es la misma vía que han usado Italia y Países Bajos, que acaban de renovar sus jefaturas de misión en Venezuela.
Fuentes diplomáticas aseguraron a Europa Press que la decisión de que el próximo representante español en Caracas sea encargado de negocios y no embajador estaba tomada desde hace varias semanas y que no tiene que ver con la salida del opositor Leopoldo López ni con la tensión que ha surgido con el gobierno de Venezuela por este motivo.
El Presidente acusó al embajador español en Venezuela, Jesús Silva, de "cómplice" de López, una aseveración que ya había adelantado la Cancillería venezolana y que fue negada por fuentes diplomáticas.
"Recientemente el embajador Silva viajó a España, negoció el viaje de Leopoldo López a España con el Gobierno español, regresó a Venezuela y se llevó a Leopoldo López con base en esta negociación que se llevó a cabo con el Gobierno de España, hasta aquí puedo decir hoy", dijo sin mostrar ninguna prueba ni argumentar sus afirmaciones.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, recordó que López era un "huésped de la Embajada" de España en Caracas, libre de irse cuando quisiera, porque "un huésped no es un rehén".
González Laya explicó así la decisión "personal y voluntaria" de López de abandonar la embajada española en Caracas y viajar a Madrid a reunirse con su familia, lo que desató las críticas del Gobierno venezolano al Ejecutivo español y al embajador Silva.
Además, las fuerzas de seguridad del Estado detuvieron a varios trabajadores de la Embajada y registraron varias viviendas del personal adscrito a la legación, después de que se diera a conocer la salida de López.
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