EL OCÉANO INTERIOR
Cuando estoy lleno, cuando me siento completo, cuando mi corazón está colmado, ¿sabes lo que me pasa? ¿Sabes lo que te pasa a ti?, ¿tienes idea? Algo hermoso te sucede cuando te sientes completo. Es asombroso. Piénsalo. De pronto, de repente, te vuelves bondadoso. ¿Lo has notado? El día en que estás feliz, todo está bien, eres bondadoso. Alguien te dice: "¿Puedo ponerme delante de ti?"... Vas al cine y te preguntan: "¿Puedo ponerme delante de ti en la cola?", y tú respondes: ¡Claro que sí, por favor! En cambio, el día en que te sientes vacío y muerto de sed, insatisfecho, el conductor que va detrás de ti pone el intermitente, y aunque ni siquiera está pensando en adelantarte, tú aceleras para acortar la distancia con el coche de adelante y que no haya manera de que pueda colarse delante de ti. ¿Por qué? Tú eres la misma persona. ¿Cuál es la diferencia? Dentro de ti hay un océano increíble. Unos versos de un poeta del siglo XIV dicen más o menos lo siguiente: Todos saben que el océano contiene una gota. Esto lo sabe todo el mundo. Todos saben que el océano contiene una gota. Pero pocos entienden que la gota contiene un océano. Tú eres la gota. Tú eres esa gota. Que hay una gota en el océano es un dato conocido. ¿Pero sabías que hay un océano dentro de la gota? Hay un océano dentro de ti. Pocos lo saben. Pocos, muy pocos. Tú deberías ser uno de ellos. Saber de primera mano, no de oídas, no porque te haya llegado el rumor; sino verdaderamente, de verdad, realmente saber, saber. Sin dudas, sin ambigüedades, sin definiciones, saber de verdad. Así debería ser tu vida. Y así deberías ser tú. Y sí, es posible. ¿Por qué es posible? Porque de lo que estoy hablando, de lo que estoy hablando, ya existe dentro de ti. Si decides no comprobarlo, no cambiará nada. Si decides comprobarlo, entonces sabrás. Y al saber, podrás vivir, podrás celebrar. En lugar de preguntarte qué tal día vas a tener hoy, puedes empezar a celebrar que hoy estás vivo. Yo lo entiendo. Entiendo que la gente, en su vida, no está procurando eso. Hay mucha gente que no está buscando eso. Lo que pretenden no es celebrar. Piensan algo así como: "No quiero celebrarlo. Quiero sufrir el resto de mi vida". Quizá no sea tan exagerado, pero sí algo como: "No quiero celebrar todos los días, eso sería ridículo. Yo solo quiero ser 'normal'". Yo sólo sé que si el creador hubiera tenido la intención de que todos fuéramos "normales", —"normales"—, nos hubiera creado exactamente iguales para que todos pudiéramos ser normales. Pero no lo somos. Todo lo que haces es único, igual que tú. ¿Qué te hace sonreír? Es tan característico. Y cuando sonríes lo haces de un modo muy particular. Y cuanto te ríes, también resulta muy peculiar. Y de qué te ríes también te caracteriza. No hay nada común. Nada. Así que vive. Como sea que vivas, vive. Escucha la simplicidad dentro de ti que te está pidiendo, rogándote que te sientas totalmente satisfecho. Siéntete pleno. Comprende. Da el próximo paso en tu vida, sea cual sea, con agradecimiento por estar vivo, con comprensión. Si estás buscando, busca; pero sé consciente de qué estás buscando. Si vas detrás de algo, ve; pero entiende detrás de qué andas. Si estás esperando, espera; pero averigua qué estás esperando. Y si estás buscando al compañero, entonces date cuenta de quién es el verdadero compañero, el más auténtico, el que te acompañará hasta el final. Todo esto se encuentra dentro de ti. -------- Extracto del Episodio 191 de la premiada serie de TV "PALABRAS DE PAZ" (Words of Peace), "La auténtica celebración"
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