El sacerdote Ruy López, el hacedor de la famosa Apertura Española
Una historia que vale recordar en tiempos en los que el ajedrez vuelve a ilusionar gracias a la serie Gambito de Dama
Un tablero, 32 piezas por delante y una mirada profunda a los ojos. Me tocó jugar con las blancas, por lo cual tengo la iniciativa. Decido empezar de manera sencilla, buscando controlar el centro. Muevo dos casillas (escaques) mi peón de rey (e4). Bajo la mirada.
La respuesta de mi amigo, rival temporal, no se hace esperar. Toma su peón y también mueve su peón negro de rey dos casilleros. De forma simultánea busco seguir desarrollando mi juego, por lo cual me decido a mover mi caballo de rey. Una vez más mi contrincante repite y también mueve su caballo, pero el que está al lado de su dama negra. No lo dudo, sigo y llevo mi alfil hacia una casilla amenazando su caballo.
Nos volvemos a mirar a los ojos, los primeros movimientos quedaron planteados. La tensión del arranque quedó atrás. Claramente en esta ocasión optamos por la clásica Apertura Española. Seguimos jugando, disfrutando de manera distendida uno de los juegos más apasionantes y famosos de la historia como lo es el ajedrez.
Al pasar, no falta algún comentario en referencia a la famosa Gambito de Dama, una serie que llenó de ilusión a los aficionados y principiantes. También, como esta sencilla manera de comenzar a jugar, una auténtica puerta de entrada para empezar a descubrir este maravilloso juego.
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