No eres el único que de cara a la Navidad no tiene ninguna idea de regalo para a su esposa
La Navidad se acerca y, con ella, el espinoso problema de elegir regalos. Entre los horarios apretados de algunos, el presupuesto limitado de otros e incluso la falta de ideas, lograr dar en el clavo y a tiempo resulta toda una proeza cada año. Pero que no cunda el pánico, aquí tienes algunos consejos que podrán orientarte.
“Nunca sé qué regalar a mi mujer… La última vez, me dijo manifiestamente decepcionada: ‘¿Esto es lo que me has comprado?’”, se lamentaba un día un amigo.
Nunca es fácil, ni para esposos ni para esposas, encontrar el regalo perfecto, el que despertará un verdadero entusiasmo a su pareja. Y a nadie le gusta meter la pata.
Los regalos que evitar
Para empezar, hay ciertos tipos de regalo que hay que evitar.
El primero es el regalo para todos. Se lo damos a nuestra pareja pero tú eres el primer beneficiario. Decía una mujer a su marido: “Cariño, me regalas esta fantástica televisión digital, pero confiesa, tú serás el primero que la disfrute…”.
Podemos citar también el regalo “pesado” que tiene por objetivo comprar al otro.
Está también el regalo envenenado por el que se elige para hacer que le quieran a uno o una más:
No hablemos tampoco del regalo malintencionado, percibido como una llamada al orden: por ejemplo, una inscripción en el gimnasio.
No más agradable es el regalo impersonal, el que podría comprar cualquiera, te conozca o no.
En cuanto al regalo útil (un suéter, unos zapatos, una camisa…), tiene sus defensores y detractores. Las parejas menos pudientes recurren a él más fácilmente.
Pero el regalo comporta una parte de gratuidad, de lujo, de espontaneidad, que no puede eliminarse por completo. Por eso, las flores, los perfumes y sobre todo las joyas para las señoras son bien valorados la mayoría de las veces.
La manera de dar vale más que lo que se da
En una pareja, el intercambio de regalos no es algo secundario. El regalo sigue siendo uno de los grandes gestos de amor, rico en recuerdos, cargado de amor. Sabemos lo apegada que puede estar una esposa a su anillo de compromiso o incluso a los primeros regalos que guarda como algo precioso.
Más de un cónyuge se plantea la pregunta de mi amigo: “¿Qué regalo puede gustar mucho a mi pareja este año?”. Es difícil responder en términos absolutos, porque no todo el mundo reacciona igual.
Sin embargo, se pueden señalar algunas ideas interesantes, como el regalo que “se anunció sin ser anunciado mientras se anuncia”. El marido puede encontrar una forma sutil de preparar a su esposa para recibirlo, mientras la sorprende aunque solo sea por la forma en que lo ofrece.
También es posible hacer un bonito regalo al cónyuge sin tener que arruinarse. Una simple rosa o una corbata elegante ofrecidas con amor, con sorpresa, aportan alegría. Pero un regalo extraordinario para un acontecimiento particular será el testimonio, durante años, de la fuerza del sentimiento…
El significado del regalo
El regalo que agrada es el que es significativo. Su originalidad y su delicadeza ponen de manifiesto el amor de quien lo ha elegido. El regalo es uno de los ritos más dulces y más elocuentes del amor.
Antaño, tenía su lugar en el amor naciente, porque era una oportunidad de declararse sutilmente. Luego, alimenta el amor asentado, sobre todo cuando quiere ser fantasioso y variado.
El regalo que agrada es el que se hace con delicadeza. “La manera de dar vale más que lo que se da…”.
Es la palabra amorosa en el momento de entregar el paquete, una pequeña nota deslizada en el interior o un regalito oculto entre varias cajas, un truco a modo de “muñeca rusa” perfecto para sorprender a un cónyuge.
¡Lo ha adivinado!
Pero, sobre todo, ¡el regalo que agrada es el que el cónyuge querría que su pareja adivinara que desea! “Lo ha adivinado, me ha comprendido, me ha escuchado, ¡así que me ama!”.
Así que atención, porque muchas mujeres a veces ayudan a sus maridos a adivinarlo a través de pequeños mensajes subliminales. Cuando en una cena de amigos ella le dice al comensal de al lado: “¡Qué anillo más bonito llevas!” o, “¿No crees que lleva un anillo muy bonito?”. Una frase que es un mensaje que hay que saber descifrar y recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario