miércoles, 3 de febrero de 2021

Tres autores cristianos que nos dan consejos para vivir la paciencia

 



Dolors Massot - publicado el 02/02/21

Los textos de Tertuliano, san Cipriano y el gran san Agustín ayudan a enfocar la incertidumbre y el desasosiego

No son tiempos fáciles para nadie. Hay incertidumbre sanitaria y económica, y es muy probable que eso afecte a nuestra vida personal y familiar. La preocupación muchas veces nos quita la paciencia y eso desemboca en problemas añadidos con nuestros seres más queridos, con los amigos o con nosotros mismos. Hay tres autores cristianos que han escrito sobre la paciencia y que pueden ayudar a resolver el problema.

La paciencia es señal de fortaleza

No hay que olvidar, como punto de partida, que la paciencia forma parte de la virtud de la fortaleza. Ser pacientes significa controlar el primer impulso, no ceder a la angustia ni al estrés, y no perder de vista el sentido de nuestra vida más allá de las circunstancias de esta etapa difícil.

¿Qué dicen estos tres autores?

TERTULIANO

Dios «desde el principio del mundo, derrama por igual el rocío de su luz sobre los justos y los pecadores (…). Tolera a pueblos ingratos, que adoran fantoches y las obras de sus manos; y que persiguen su nombre y su familia.

«Su paciencia soporta continuamente la lujuria, la avaricia, la iniquidad descarada, hasta tal punto que, precisamente por esto, la mayoría no cree en Él porque nunca le han visto castigando al mundo

«Siendo rey se hizo maestro para enseñar a los hombres cómo se alcanza la salvación; buen conocedor de la paciencia enseña por ella el perdón de las culpas. No vociferará ni alzará el tono y no hará oír en la calle su voz. (Isaías, 42, 2).»

«(Jesús) no despreció a los pecadores ni a los publicanos (…). Sanó a los desagradecidos y toleró a los que acechaban. Y si todo esto pareciera poco, todavía aguantó junto a sí al traidor, sin delatarlo.»

«Para los que gozamos del don de la fe, dichos padecimientos prueban que la paciencia es algo natural de Dios

PRAY
Nastyaofly | Shutterstock

SAN CIPRIANO

«Una cosa que es tan amada de Dios, ¿qué podemos hacer sino amarla, pues con haberla Él amado además nos la recomienda?»

«El mismo Señor es quien nos advierte: Todo esto os lo he dicho para que halléis vuestra paz en mí. En el mundo tendréis tribulación, pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo (Io 16, 33).»

Reflexionad, queridos hermanos: la paciencia no solo conserva el bien, sino que su eficacia se extiende hasta alejar todo mal.»

SAN AGUSTÍN

«La paciencia humana, que es digna de ser alabada y de llamarse virtud, se hace patente en el buen ánimo con que toleramos los males, para no dejar con mal humor los bienes que nos facilitan conseguir las cosas mejores.»

«Es muy justo que los que fuimos expulsados de la primera felicidad del Paraíso, por una tenaz apetencia de las delicias, seamos aceptados ahora, gracias a la paciencia humilde de los trabajos

«En los buenos está la caridad de Dios, que todo lo tolera, como en los malos está la codicia del mundo. Pero esta caridad está en nosotros por el Espíritu Santo que se nos ha dado y, por eso, quien nos da la caridad, también nos da la paciencia.»

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