Su imagen se encontró en el siglo IX y hoy se venera en el santuario benedictino de Montserrat
Nuestra Señora de Montserrat (la Mare de Déu de Montserrat) es una de las advocaciones marianas más conocidas en el mundo.
La imagen se encuentra hoy en el monasterio benedictino de Montserrat (España), en un enclave montañoso singular: una formación rocosa de la era terciaria que la hace inconfundible. El nombre de Montserrat hace alusión a ella: “monte serrado”.
La leyenda afirma que, en el siglo IX, unos pastores encontraron la talla de madera en una cueva, entre cantos de ángeles y en medio de un resplandor.
El obispo ordenó trasladarla pero conforme avanzaba la procesión, se hacía cada vez más difícil sostener aquel peso. Todos entendieron que Dios quería que se venerara en aquel lugar, de modo que se instaló en una ermita que todavía hoy existe.
Posteriormente se construyó muy cerca de allí el templo benedictino, donde hoy se da culto a Nuestra Señora de Montserrat, con peregrinos de los cinco continentes.
Ya en la Edad Media, los peregrinos del Camino de Santiago conocieron Montserrat y divulgaban su devoción, que se extendió rápidamente por toda Europa.
La «Moreneta»
A la imagen de la Virgen de Montserrat se le llama la “Moreneta” (morenita) porque lleva la túnica, la corona y el manto dorados pero la cara y las manos de la Santísima Virgen y el Niño son negros. La talla pertenece al grupo de “vírgenes negras” de la época románica y la teoría de los expertos más aceptada explica que la imagen negra manifiesta simbólicamente a María como Madre del Sol de Justicia, con la piel quemada por ese Sol.
La talla representa a María coronada y sentada sobre un trono, con el Niño Jesús en su regazo. Con la mano derecha ella sostiene el mundo mientras que él, Rey del Universo, da la bendición con la derecha levantada y con la izquierda sostiene un objeto con forma de cono de pino.
A lo largo de los siglos, muchos santos han pasado por Montserrat: entre ellos, san Pedro Nolasco, san Raimundo de Peñafort, san Vicente Ferrer, san Francisco de Borja, san Luis Gonzaga, san José de Calasanz, san Antonio María Claret, san Ignacio de Loyola, san Josemaría Escrivá,…
Patrona
El papa León XIII declaró a Nuestra Señora de Montserrat patrona de Cataluña y es que esta advocación se considera uno de los signos de identidad de los catalanes.
También en la América evangelizada pueden encontrarse numerosas ciudades, islas, montes y monasterios que llevan el nombre de Montserrat. En México, Chile y Perú llevan el nombre de Montserrat algunas de las primeras iglesias que allí se construyeron.
Virolai
(Himno a la Virgen de Montserrat, en versión original en catalán y traducción al castellano)
Rosa d’abril, Morena de la serra,
de Montserrat estel,
il·lumineu la catalana terra,
guieu-nos cap al Cel.
Cast. Rosa de abril, Morena de la sierra,
de Montserrat lucero,
iluminad la catalana tierra,
guiadnos hacia el Cielo.
Amb serra d’or els angelets serraren
eixos turons per fer-vos un palau;
Reina del Cel que els Serafins baixaren,
deu-nos abric dincs vostre mantell blau.
Cast. Con sierra de oro los angelitos serraron
esas colinas para haceros un palacio;
Reina del Cielo que los Serafines bajaron,
danos abrigo en vuestro manto azul.
Alba naixent d’estrelles coronada,
Ciutat de Déu que somnià David,
a vostres peus la lluna s’és posada,
el sol sos raigs vos dóna per vestit.
Cast. Alba naciente de estrellas coronada,
Ciudad de Dios que soñó David,
en vuestros pies la luna pone,
El sol sus rayos os da por vestido.
Dels catalans sempre sereu Princesa,
dels espanyols Estrella d’Orient,
sigueu pels bons pilar de fortalesa,
pels pecadors el port de salvament.
Cast. De los catalanes siempre seréis Princesa,
de los españoles Estrella de Oriente,
sed para los buenos pilar de fortaleza,
para los pecadores puerto de salvamento.
Doneu consol a qui la pàtria enyora,
sens veure mai els cims de Montserrat;
en terra i mar oïu a qui us implora,
torneu a Déu els cors que l’han deixat.
Cast. Dad consuelo a quien la patria añora,
sin ver jamás las cimas de Montserrat;
en tierra y mar oíd a quien os implora,
devolved a Dios los corazones que lo han dejado.
Mística Font de l’aigua de la vida,
rageu del Cel al cor de mon país;
dons i virtuts deixeu-li per florida;
feu-ne, si us plau, el vostre paradís.
Cast. Mística Fuente del agua de la vida,
manad del Cielo al corazón de mi país;
dones y virtudes dejadle por florida;
haced, por favor, vuestro paraíso.
Ditxosos ulls, Maria, els que us vegin!
ditxós el cor que s’obri a vostra llum!
Roser del Cel, que els serafins voltegen,
a ma oració doneu vostre perfum.
Cast. ¡Dichosos ojos, Maria, los que os vean!
¡dichoso el corazón que se abre a vuestra luz!
Rosal del Cielo, que los serafines recorren,
a mi oración dad vuestro perfume.
Cedre gentil, del Líbano corona,
Arbre d’encens, Palmera de Sion,
el fruit sagrat que vostre amor ens dóna
és Jesucrist, el Redemptor del món.
Cast. Cedro gentil, del Líbano corona,
Árbol de incienso, Palmera de Sion,
el fruto sagrado que vuestro amor nos da
es Jesucristo, el Redentor del mundo.
Amb vostre nom comença nostra història
i és Montserrat el nostre Sinaí:
sien per tots l’escala de la glòria
eixos penyals coberts de romaní.
Cast. Con vuestro nombre empieza nuestra historia
y es Montserrat nuestro Sinaí:
siendo para todos la escalera de la gloria
esos peñones cubiertos de romero.
Rosa d’abril, Morena de la serra,
de Montserrat estel:
il·lumineu la catalana terra,
guieu-nos cap al Cel.
Cast. Rosa de abril, Morena de la sierra,
de Montserrat lucero:
iluminad la catalana tierra,
guiadnos hacia el Cielo.»
Letra : Mossèn Jacint Verdaguer.
Música: Josep Rodoreda, profesor de solfeo del Conservatorio del Liceo (Barcelona 1875-1883).
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