LAS CUATRO CONDICIONES PARA NUESTRO DESPERTAR.
1° SABER SUFRIR.
2° SABER CALLAR.
3° SABER ABSTENERSE.
4° SABER MORIR.
Pero ¿qué es saber sufrir, callar, abstenerse y morir?
1.- SABER SUFRIR:
“Sé como el árbol de sándalo, que perfuma el hacha que lo hiere”.
2.- SABER CALLAR:
El silencio es la elocuencia del Sabio, y se dice que “el silencio es oro”, pero nosotros preferimos señalar que: “es tan incorrecto hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar”. Obviamente, hay silencios delictuosos y hay palabras infames.
Con la palabra podemos matar o sanar y esto puede ser fácilmente comprobado en el terreno de la vida práctica.
Una palabra suave, expresada con cariño, apacigua la ira y el coraje, mientras que una palabra grosera, inarmónica, produce enojo, o melancolía, o tristeza.
Es muy importante para el aspirante al auto-conocimiento, o auto-gnosis, calcular con nobleza el resultado de las palabras habladas, pues muchas veces en forma inconsciente herimos a otros con lo que expresamos.
Recordemos que no sólo se mata con revólveres, cañones y bombas, o con palos, piedras y la horca, sino también con una palabra hiriente, con una frase despectiva.
La Ley del Karma cae implacablemente contra aquéllos que se causan daño a sí mismos o que se lo causen a los demás.
Nunca deberíamos condenar a nadie con la palabra, porque jamás debemos juzgar a nadie. La maledicencia, el chisme y la calumnia han llenado al mundo de dolor y de amargura.
El Hombre Perfecto, aquél que ha eliminado sus defectos psicológicos o “Yoes”, habla palabras de perfección. El aspirante, el estudiante de la Sabiduría, la persona que anhele llegar a la perfección, debe empezar por controlar la lengua, debe aprender a manejar la palabra.
Lo que entra por la boca no es lo que hace daño al hombre, si no lo que de ella sale. De la boca surge la injuria, la intriga, la mentira, la difamación, la calumnia, el debate, la querella, la disputa, y todo esto es lo que perjudica al hombre, que utilizando estas palabras desagradables piensa que le hace daño a los demás, cuando la única víctima de estas infamias es él. El que se defiende de un insultador, o trata de convencer al insultador, ha perdido, pues darle toda la razón del mundo, quitándotela, le da más razón a él y tú te sentirás Libre. No eres más porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. Eres lo que eres, digan lo que digan los demás. Lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto en ti mismo. Deja que cada quién resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte, en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.
HABLAR ó CALLAR, esa es la cuestión:
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de sí mismo, es vanidad.
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsedades, es de conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de sí mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
3.- SABER ABSTENERSE:
Virtud que consiste en privarse de las satisfacciones de los sentidos. Si hay algo que te produce el síndrome de abstinencia, abstente del síndrome y te sentirás Libre, nunca busque sucedáneos si tomo cerveza, pues cerveza sin alcohol bebo, pues mejor agua.
Debemos principalmente educar a nuestros sentidos físicos.
Para gobernar bien y hacer buen uso de los sentidos exteriores es necesaria una continua atención y un prolongado ejercicio, pues el apetito, que es una especie de capitán de nuestra naturaleza corrompida, está excesivamente inclinado a buscar placeres y consolaciones. Y, al no poder lograrlos por sí mismo, se sirve de los sentidos como si fueran sus soldados e instrumentos naturales, a fin de apropiarse de sus objetos, cuyas imágenes imprime en el alma para atraerlas hacia sí. De esa fuente nace el placer que, dada la afinidad existente entre el alma y la carne, se derrama luego por toda la gama de sentimientos capaces de tal deleite. De donde se sigue que, tanto el alma como el cuerpo, sufren un común contagio que llega a corromperlo todo.
Tenemos que diferenciar entre Sentido, Órgano y Cuerpos.
Sentido del Gusto, órgano la Lengua, Cuerpo Físico: evitar que la lengua se nos haga agua con algunos alimentos. Cuidar bien el físico: lavarlo, peinarlo, asearlo, comer sano, mas no hacer de la comida una religión.
Sentido del Olfato, órgano la Nariz, Cuerpo Vital: evitar olores insanos, y que los perfumes no invadan nuestra mente con lujuria. Aprender a respirar el Prana de vida y a transmutar.
Sentido del Oído, órgano las Orejas, Cuerpo Astral: evitar escuchar lo que no nos incumbe. Eliminar el deseo y despertar del sueño de la Conciencia, y viajar dentro del tiempo y el espacio.
Sentido de la Vista, órgano los Ojos, Cuerpo Mental: solo mirar donde queremos, evitar el morbo mental. No tener dualidad, allí donde está tu mente estás Tú, por lo tanto elige tus propios pensamientos.
Sentido del Tacto, órgano la Piel, Cuerpo Causal: evitar tocar aquello que perjudica a la Conciencia, ayudando a la Castidad y Santidad. Mirar los acontecimientos de tu vida y analizarlos, pues siempre hay acción y consecuencia, y no ser un lastimero de todo lo que te suceda en la vida, aprende a sufrir en silencio, como si tuvieras hemorroides, no vas diciéndoles a todo el mundo de tu enfermedad, la sufres y en silencio.
Ya que todo repercute de afuera hacia dentro, si no educamos a los sentidos físicos, entonces no podremos desarrollar bien los sentidos o poderes internos.
Como resultado de un trabajo consciente o trabajo esotérico, obtendremos lo siguiente:
A) La actualización de nuestros poderes y facultades que en un pasado remoto tuvimos, y que luego perdimos.
B) Una mejor forma de vida, en el aspecto físico, moral, psíquico y espiritual.
C) La capacidad para investigar y comprobar, en una forma objetiva y directa, todos los misterios de la vida y de la muerte, más allá de la tercera dimensión.
El hombre es un trío de cuerpo, alma y espíritu. El alma es el mediador entre el cuerpo y el espíritu. El cuerpo astral es el traje maravilloso en que está vestida el alma. El cuerpo astral es un doble organismo dotado de maravillosos sentidos internos.
4.- SABER MORIR:
No puedes nacer a la libertad, ó al Despertar de la Conciencia, sin morir a tus apegos, yoes, vicios, deseos, mala voluntad, cabezonadas, terquedades, pensamiento negativos, venganzas, astucias, miradas hirientes o deseosas, palabras con tintes venenosos, saber qué pasa... Lo que debes hacer es un esfuerzo continuo hacia la Sabiduría. La obra que vas a emprender es real y seria. Lo que para unos es una fantasía, para nosotros son Grandes Realidades, pues quien se ríe de lo que desconoce está en el camino de ser un ignorante, por muy intelectual que sea. Ante todo es necesario que conozcas tus propios defectos, con la firme resolución de eliminarlos. Debes ser franco; el disimulo es un crimen; no hay mentiras entre hermanos. En esta fraternidad las distinciones humanas desaparecen. No busques la fraternidad en la tierra pues no existe, búscala en otros mundos, pero ten en cuenta que, como dijo Dalí, “esos mundos están aquí”.
Aclaración cuando decimos “hermanos” nos referimos a toda la humanidad pues entendemos que todos y cada unos de nosotros procedemos de una Madre y un Padre Celestial otra cosa son los vínculos Físico.
Esto es todo.
Un Saludo.
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