"Tu padre es el Rey del Universo, es Dios, y todos somos príncipes y princesas, pero hay mucha gente que todavía no se dio cuenta y cree que es sólo colombiano o sólo argentino o sólo cabrón o sólo médico, sólo rico, sólo pobre. ¡No! Sos todo lo que quieras ser.
Yo no hice una oreja mía, ¿tú hiciste tu nariz? ¿hiciste tus manos? ¿hiciste el corazón con el que amás a tu madre?
Nosotros no somos dueños de nada, nada más que de la idea de que somos dueños. Este mundo es de Dios, o como le quieras llamar, o del universo, la vida; estamos de paso y todo es prestado.
Yupanqui decía: «hay que cuidar lo de adentro, que lo de afuera es prestado». Yo voy a devolver en cualquier momento el esqueleto, no mi Ser. Todo es prestado.
Por eso, cuando no tenés sensación de propiedad, vivís en paz, porque las cosas que necesitás, nadie viene y te las da.
Lo que perdemos es lo que no era nuestro. Yo no pierdo el corazón, puedo perder una casa, un auto, pero no puedo perder el corazón, eso lo tenemos siempre, ahí somos ricos, porque cuando tenés muchas cosas, no las tenés las cosas, las cosas te tienen esclavizado; una tarjeta de crédito te esclaviza, no te sirve, porque primero te llevás por la calentura, y comprás de todo, y después te jodés mucho cuando tenés que pagar.
Entonces, ¿cuál es el secreto?: «tenerse», no es «tener». Ser dueño de uno. Lo demás te es dado".
-Facundo Cabral
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