miércoles, 11 de mayo de 2022

Próstata: por qué es importante, sobre todo, a partir de los 40



 La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino que “tiene un papel imprescindible en la reproductividad de los varones y en la perpetuidad de la especie”, asegura Juan Justo Quintas, experto en patología prostática de ROC Global Health y HM Hospitales.

Y esto es así porque la próstata “sirve para segregar un líquido que va a formar el 95% del volumen del semen”, señala Javier Romero-Otero, director médico de ROC Global Health y director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid. “Este líquido es el que da el ambiente adecuado para que los espermatozoides se puedan nutrir, para que puedan nadar y sobrevivir y así poder llegar a fecundar un óvulo”.

Está localizada “debajo de la vejiga, a la salida de la misma, abrazando el inicio de la uretra, pudiendo provocar mucha sintomatología miccional puesto que está justo a la salida de la vejiga”.

Cambios que sufre la próstata

Con la edad, la próstata sufre diferentes cambios que pueden ir asociados o no a problemas de salud en el hombre. Por un lado, indica Romero-Otero, “con los años, la próstata tiende a aumentar de tamaño, algo secundario al efecto de la testosterona sobre ella”. 

Este crecimiento benigno, indica Quintas, “puede dar lugar a la hiperplasia benigna de próstata (HBP) que se asocia a una sintomatología miccional caracterizada por la obstrucción a la salida de la orina de la vejiga por la disposición anatómica de esta glándula”.

En concreto, este aumento de volumen hace que se estreche “la salida de la orina, provocando que el chorro al orinar sea flojo y estrecho, que se entrecorte y que no se vacíe bien la vejiga, causando una clínica miccional que conlleva un deterioro de la calidad de la micción y que puede llegar a provocar deterioro de la vejiga con complicaciones asociadas”, describe Romero-Otero. 

Por otro lado, la próstata “tiende a ir malignizando con el paso del tiempo y por efecto de la testosterona, provocando la aparición del segundo cáncer más frecuente que padece el varón, el cáncer de próstata”.  De ahí la importancia de las revisiones prostáticas, “tengamos sintomatología o no, a partir de los 50 años o, incluso antes a los 45 años, cuando tenemos antecedentes de enfermedades prostáticas en la familia”.

Y es que, el cáncer de próstata es el segundo más frecuente en el hombre y provoca numerosas muertes al año. “En nuestro medio se diagnostican en torno a unos 100-110 cánceres de próstata por cada 100.000 habitantes anualmente”, apunta Romero-Otero. 

¿A partir de qué edad empiezan a aparecer los problemas?

Lo cierto es que no hay una edad exacta en la que comienzan a aparecer los problemas de próstata en el hombre. “Cada paciente puede experimentarlos a una edad diferente”, asegura Quintas. Aún así, si los expertos tuvieran que poner una edad más o menos estándar esta sería “en torno a los 40-50 años, que es el momento en el que muchos varones empiezan a ver un claro empeoramiento de su calidad miccional”.

La patología prostática, explica Romero-Otero, “suele aparecer a partir de los 40 años, tanto la benigna, como la maligna”, y esto es así por “la relación entre la presencia de testosterona y la edad de los hombres”. Según el experto, para la mayoría del público, “a los 40 años el 40% de los hombres puede tener un cáncer de próstata o padecer una hiperplasia benigna de próstata; a los 50 años, el 50%; a los 60 años, el 60% a los 60 años, y a los 70 años, el 70%”.

Estos datos de prevalencia hacen pensar en la importancia de adelantar las visitas al urólogo. “A partir de los 50 años es fundamental empezar a hacer revisiones prostáticas, aunque según las guías de práctica clínica y asociaciones urológicas se puede adelantar a los 45 años e incluso a los 40 cuando se tiene un componente familiar hereditario claro de cáncer de próstata, para poder detectar tanto la enfermedad maligna como la benigna de la próstata y así poder aportar calidad de vida y aumentar la supervivencia de nuestros pacientes”, señala Quintas.

Los problemas que se deben consultar

Entre los síntomas que se deberían consultar con el urólogo está “el crecimiento prostático, ya sea bien de manera benigna por hiperplasia (HBP) o inflamación (prostatitis), bien por patología tumoral (cáncer de próstata), ya que puede dar lugar, por su localización anatómica, a lo que conocemos como síntomas del tracto urinario inferior”, indica Quintas.

Otros síntomas serían:

  • El chorro flojo y entrecortado
     
  • Goteo postmiccional
     
  • Urgencia miccional (necesidad imperiosa de orinar).
     
  • Aumento de la frecuencia miccional nocturna o nicturia.
     
  • Además, en ocasiones los pacientes pueden presentar hematuria (sangre en la orina) o hematospermia (sangre en el semen) cuyo origen sea prostático y pueda estar en relación con la presencia de patología infecciosa o tumoral”.
  • tros síntomas que nos pueden poner en alerta son los secundarios a la patología infecciosa aguda (prostatitis aguda) como son la disuria (escozor al orinar), polaquiuria (necesidad de orinar muchas veces pequeñas cantidades) o tenesmo vesical (sensación continua de ganas de orinar).

Los no síntomas del cáncer de próstata

En cuanto a los síntomas del cáncer de próstata, hay que señalar que “esta enfermedad, en todos los estadios iniciales, no provoca sintomatología, sino que se solapa con los de la hiperplasia”, apunta Romero-Otero. El diagnóstico se hace porque “un paciente acude a una revisión por hiperplasia benigna de próstata y se le acaba diagnosticando un cáncer”. Sólo si está evolucionado puede aparecer sintomatología como “sangrado en la orina, clínica digestiva o dolores óseos”.

Consejos para cuidar la próstata

En cuanto a los consejos se pueden dar para cuidar la próstata, la realidad es que la patología prostática “se asocia en su mayoría a factores de riesgo no modificables, sobre los que no podemos actuar”, lamenta Quintas. Y es que los principales factores de riesgo de padecer un cáncer de próstata, por ejemplo, “son la edad, la herencia genética y la raza, factores sobre los que no podemos hacer modificaciones”.

No obstante, es importante, como en todo, seguir hábitos de vida saludables que pueden mejorar la sintomatología prostática. Entre ellos destacan “una ingesta hídrica abundante (entre 2-3 litros repartidos durante el día), evitar la obesidad y el sedentarismo con la realización de ejercicio físico regular”, aconseja Quintas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Despedida con agradecimiento

DESPEDIRSE CON AGRADECIMIENTO DE NUESTRAS EX PAREJAS Ayuda a poder volver a formar una nueva pareja... a que el amor pueda continuar fluyend...