Perseguidos por el emperador Diocleciano, San Marcelino y San Pedro fueron enterrados en secreto para que no se conociera la ubicación de sus sepulturas, aunque finalmente se dio a conocer
Cada día, un santo (o varios). El santoral católico está conformado por los nombres de más de 10.000 santos y beatos venerados por la Iglesia, cada uno en una fecha determinada. Entre todos ellos se encuentran los santos mártires Marcelino y Pedro, a quien la Iglesia recuerda cada 2 de junio. Aparentemente, y según recoge la tradición bíblica, Marcelino era sacerdote en Roma, mientras que a Pedro se le atribuye el papel de exorcista. En tiempos de Diocleciano, los dos ahora santos fueron víctimas de una de las persecuciones religiosas más sangrientas del Imperio romano, como también lo habían sido en el pasado otros mártires católicos como San Blas (3 de febrero), San Adrián (5 de marzo) o las santas Eulalia de Mérida y Eulàlia de Barcelona (12 de febrero).
Relata la historia religiosa que ambos fueron condenados a muerte y que, mientras esperaban su ejecución, consiguieron alentar a fieles cautivos y convertir y catequizar a los paganos también encarcelados. Quien diera la orden para ejecutarlos, ordenó también que fueran trasladados en secreto a un bosque llamado 'Selva Negra', lleno de zarzales, donde San Marcelino y San Pedro habrían de cavar sus propias tumbas. Degollados o decapitados primero —las historias difieren—, fueron enterrados de modo que nadie supiera en qué lugar se encontraban sus sepulturas.
Aunque quería mantenerse en secreto el lugar donde ambos habían sido sepultados, este secreto salió a la luz —se cuenta que por parte del propio verdugo, que más tarde se convirtió al cristianismo—. De este modo, dos mujeres lograron exhumar los cuerpos de los mártires y les dieron correcta sepultura en la catacumba de San Tiburcio, sobre la vía romana Labicana.
Si bien relata la tradición católica que sus restos fueron trasladados en varias ocasiones —llegaron a las proximidades de Fránfort, en Alemania, y en este camino pudieron ocurrir varios milagros—, actualmente se encuentran en unas catacumbas con su nombre, parte del complejo arqueológico 'Ad duas lauros', en Roma, dispuesto sobre la actual vía Casilina (antiguo trazado de la Labicana). En 1765, durante el papado de Clemente XIII, se instituyó como parroquia la Iglesia de San Pedro y Marcelino ad Duas Lauros.
Ahora, los más de 15.000 hombres llamados Marcelino en España, junto a los 225.000 Pedros (a los que habría que sumar muchos más, si se tiene en cuenta la cifra de hombres que llevan Pedro de primer nombre) pueden recibir felicitaciones por su santoral este día 2 de junio. Además de a estos dos mártires, la Iglesia católica recuerda cada 2 de junio a los siguientes santos y beatos:
- San Dictino
- Santo Domingo Ninh
- San Erasmo de Formia
- San Eugenio I (papa)
- San Guido de Acqui
- San Juan de Ortega
- San Nicéforo de Constantinopla
- San Nicolás de Trani
- San Potino
- Beato Sadoc
No hay comentarios:
Publicar un comentario