Si no quieres pasarte la noche en vela, incapaz de conciliar el sueño, es conveniente que reduzcas el consumo de cafeína a medida que avanza la jornada
Como bien se sabe, el café tiene efectos significativos sobre el descanso. Por eso, los amantes del café deben controlar la cantidad de cafeína que ingieren y, especialmente, hasta qué hora pueden hacerlo. Los inconvenientes que esta bebida puede acarrear si se toma demasiado tarde pueden afectar a tu día completo.
Tomarse un café cerca de la hora de acostarse no tiene efectos negativos como tal para la salud. Sin embargo, lo más seguro es que estés lamentándolo tumbado en la cama durante horas. Asimismo, cambiar tu ritmo de sueño puede afectar a tu humor y productividad.
¿Cómo afecta la cafeína a nuestro cerebro?
La cafeína se interpone en la acción de la adenosina, la encargada de relajar la actividad nerviosa y provocar esa sensación sueño. El cansancio natural va aumentando junto con los niveles de adenosina a lo largo del día y sus efectos nos avisan de cuál es el momento adecuado para descansar. A medida que uno consume más cafeína, los receptores de adenosina asociados a la fatiga y el sueño se apagan.
Dependiendo de la hora a la que uno se tome el último café, puede interrumpir su sueño. La cafeína intensifica la actividad de nuestro cerebro, lo cual muchas veces se traduce en una mayor productividad o capacidad de respuesta cerebral. Cuando se acerca la hora de dormir, nuestro cuerpo debería de experimentar el efecto contrario, una actividad cerebral más relajada provocada por la adenosina.
Muchas veces la cafeína no nos afecta a la hora de conciliar el sueño pero sí a la calidad de este si se consume por la tarde. La cafeína puede durar al rededor de seis horas en nuestro organismo. Por esta razón, se recomienda que el último café del día sea el que se toma después de la comida. La reducción de cafeína a lo largo del día es conveniente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario