POR RICK WARREN — SEPTIEMBRE 23, 2022
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman”. Romanos 8:28 (NVI)
El duelo, la pérdida y el dolor son una parte inevitable de la vida. Pero ¿sabías que Dios usa nuestro dolor para ayudarnos a crecer? Lo hace de tres maneras.
En primer lugar, Dios usa el dolor para llamar nuestra atención. C.S. Lewis escribió: “Dios nos susurra en nuestro placer, pero nos grita en nuestro dolor”. El dolor es el megáfono de Dios. Rara vez cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor.
Proverbios 20:30 dice: “El castigo le quita lo malo al perverso, porque el castigo hace cambiar a la gente” (PDT).
En segundo lugar, Él saca algo bueno de lo malo. Uno de los versos más famosos de la Biblia es romanos 8:28: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman” (NVI).
Cuando experimentas una pérdida, es una oportunidad para crecer en carácter. Tú no puedes controlar por lo que estás pasando, pero puedes decidir si te va a amargar o si te va a mejorar. Tú decides si el dolor va a ser un escalón o un obstáculo. Hay que recordar que incluso en tu dolor, Dios está obrando para tu bien.
En tercer lugar, Dios nos prepara para la eternidad. La Biblia dice en 2 Corintios 4:17-18, “Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen. A nosotros no nos interesa lo que se puede ver, sino lo que no se puede ver, porque lo que se puede ver, sólo dura poco tiempo. En cambio, lo que no se puede ver, dura para siempre” (PDT).
Probablemente me has escuchado decir esto antes; no te vas a llevar tu automóvil al Cielo. No te vas a llevar tu porcelana o tu ropa al Cielo; no te vas a llevar tu carrera al Cielo. Pero si te llevarás tu carácter. Te llevarás a ti mismo.
Dios está más interesado en el desarrollo de tu carácter que en tu comodidad. ¿Por qué? Porque tú estarás cómodo en el Cielo, pero el tiempo aquí en la tierra es la etapa para prepararse. Esta es la etapa de aprendizaje. Este es el acto de calentamiento. Tus problemas aquí en la Tierra te están alistando para la gloria eterna y esto es un consuelo.
Cuando estés pasando por dolor o algún sufrimiento, necesitas preguntarte: “¿Qué está haciendo Dios?” ¿Está tratando de llamar mi atención? ¿Está tratando de sacar algo bueno de todo este mal? ¿Está preparando mi carácter para el cielo?
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué significa que Dios dispone todas las cosas para el bien? ¿Significa que Dios sólo permite que le sucedan cosas buenas a los creyentes?
- ¿Por qué es a veces más fácil enfocarse en el aquí y el ahora y no en el Cielo?
- ¿Cómo te puedes preparar ahora, para que estés listo a escuchar a Dios cuando te encuentres en un momento de dolor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario