POR RICK WARREN — ENERO 5, 2023
“El que mantiene la calma es inteligente”. Proverbios 14:29 (PDT)
Tu vida tiene un flujo y reflujo. A veces Dios quiere que te muevas rápidamente, pero a veces quiere que te detengas. Como dice Proverbios 14:29, “El que mantiene la calma es inteligente” (PDT).
Hoy y mañana veremos cuando Dios quiere que bajes la velocidad.
En primer lugar, siempre debes moverte lentamente cuando no tienes todos los hechos. Nuestra cultura adora la impulsividad y la espontaneidad. Nos dice que las decisiones “instintivas” son las correctas.
Probablemente has escuchado repetidamente “sigue tu corazón”. Pero la Biblia nos dice: “Nada hay tan engañoso cómo el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” Jeremías 17:9 (NVI).
Los sentimientos a menudo nos llevan en la dirección equivocada. Necesitas confiar en la verdad fuera de ti mismo.
La Biblia es clara al respecto: “¡Es necio y vergonzoso responder antes de escuchar!” Proverbios 18:13 (NVI).
Entonces, cuando aún no tienes todos los hechos, disminuyes la velocidad. No confíes en tu instinto, tu corazón o tus sentimientos. Tómate el tiempo para buscar la verdad objetiva fuera de ti.
Otro momento para moverse lentamente es cuando se está herido, enojado, o deprimido. Cuando estamos molestos, tendemos a reaccionar y tomar represalias, en lugar de actuar sabiamente.
Santiago 1:19 dice: “Todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse” (NTV).
¿Ves el ritmo en ese versículo? Dice rápido, lento, lento. Si eres rápido para escuchar y lento para hablar, automáticamente serás lento para enojarte. Pero si eres lento para escuchar y rápido para hablar, más rápido te enojarás.
Proverbios 14:29 dice: “El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez” (NVI).
Proverbios 15:28 dice: “El corazón del justo medita sus respuestas, pero la boca del malvado rebosa de maldad” (NVI). En otras palabras, las personas piadosas ponen sus mentes en marcha antes que sus bocas.
A veces te vas a sentir enojado, herido, o deprimido. Eso es solo parte de la vida. La próxima vez que eso suceda, disminuye la velocidad. Proverbios 15:18 dice: “El que es iracundo provoca contiendas; el que es paciente las apacigua” (NVI).
No tomes decisiones rápidas de las que te arrepentirás.
Y lo mismo es cierto cuando no tienes todos los hechos. En lugar de simplemente “seguir a tu corazón”, tómate el tiempo para reducir la velocidad y tomar una decisión cuidadosa.
Recuerda: es inteligente ser paciente.
Reflexiona sobre esto
- Piensa en la última vez que tomaste una decisión demasiado rápido: ¿cuáles fueron las consecuencias?
- ¿Has desacelerado para tomar una decisión cuidadosa recientemente? ¿Cómo viste que Dios te guio en eso?
- Santiago 1:19 dice: “Todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse” (NTV). ¿Cuál de esas cosas es más difícil para ti? ¿Cómo te comprometerás este año a practicar la más difícil?
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