POR RICK WARREN — ENERO 1, 2023
“Para cada deleite hay un tiempo y un modo, Aunque la aflicción del hombre sea mucha sobre él”. Eclesiastés 8:6 (NBLA)
Mientras inicias un nuevo año, toma algún tiempo para reflexionar sobre tu vida. ¿Qué necesita permanecer igual? ¿Qué debe ser cambiado?
Una de las cosas más importantes a considerar es cómo puedes mantenerte en sintonía con el tiempo de Dios. Todo gran logro implica tiempo. En el futbol, hacer un pase en el tiempo perfecto determina un resultado exitoso. En los negocios, un buen momento en el mercado —en particular las decisiones sobre la contratación y la expansión— puede significar todo. Si cantas, sabes lo importante que es mantener el tiempo con los otros músicos.
Hace muchos años escribí un libro llamado Una Iglesia con Propósito. En el primer capítulo comparo el liderazgo con el surf. Ningún surfista dice, “Hagamos algunas olas hoy”. Los surfistas no pueden crear olas en el océano. Solo Dios puede hacer eso. Los surfistas esperan las olas que Dios crea.
Eso significa que los surfistas pasan mucho tiempo esperando. A veces puede ser que ven una ola y la dejan ir, sabiendo que no es el momento adecuado. Luego, el surfista ve la ola correcta, comienza a remar cada vez más rápido, atrapa la ola, avanza sobre la ola y se baja de la ola sin eliminarla. El surf parece fácil, pero en realidad requiere de mucha habilidad.
Lo mismo es cierto en la vida. Tienes que desarrollar la habilidad del tiempo. La Biblia dice en Eclesiastés 8:6: ” Para cada deleite hay un tiempo y un modo, Aunque la aflicción del hombre sea mucha sobre él” (NBLA).
Hay un ritmo de vida. Aprender a hacer lo correcto en el momento correcto requiere habilidad. A menudo los cristianos llaman a esa habilidad “caminar en el Espíritu”. Entre más crezcas como seguidor de Cristo, eres mejor en el caminar en el Espíritu. A veces el Espíritu de Dios te lleva a correr rápido. A veces te lleva a caminar despacio.
En los próximos días vamos a ver cuándo Dios usualmente quiere que aceleres y cuando quiere que reduzcas la velocidad. Puedes empezar el nuevo año tratando de hacer tus propias olas o puedes aprender a ver y a atrapar las olas que Dios está poniendo a tu alrededor.
Reflexiona sobre esto
- ¿Cuándo tu tiempo ha sido correcto? —tal vez en una decisión de negocios o en una relación— ¿Cuándo ha estado equivocado?
- ¿Alguna vez te has sentido caminando en el Espíritu de Dios? ¿Cómo se sintió eso?
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