POR RICK WARREN — MARZO 10, 2023
“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:38-39 (NVI)
La Biblia dice en Efesios 1 que, antes que Él sentara los fundamentos de la tierra, Dios te eligió. Pero no solo te eligió. Él fijo su amor en ti. Él creó el mundo porque Él te ama y quiere que estés en Su familia.
No solo eres elegido, eres amado.
Antes de que la tierra fuera creada, Dios puso en ti el enfoque de su amor. Puede ser que rara vez te enfoques en Dios. Pero Dios está enfocado en ti todo el tiempo. De hecho, Dios puede enfocarse en todos al mismo tiempo. ¿Por qué? Porque Él es Dios.
A cada momento de tu vida, Dios está enfocado en ti. Él ve cada alto, cada bajo, cada buen momento, cada mal momento, cada montaña, cada valle, cada alegría, y cada lágrima. Dios te hizo para amarte, y Él nunca dejará de amarte.
“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” Romanos 8:38-39 (NVI).
No puedes estar separado del amor de Dios por dos razones: Es eterno, y es incondicional. Dios nunca dice, “Te amo si…” Él no dice, “Te amo porque …” Dios dice, “Te amo”. Dios te da amor eterno e incondicional porque Dios es amor.
El amor de Dios está basado no en lo que haces sino en quién es Él. No está basado en tu desempeño. Está basado en su carácter. Puedes gastar toda tu vida intentando hacer que Dios deje de amarte, pero fallarás.
No hay nada que puedas hacer para que Dios te ame menos. Y no ha nada que puedas hacer para hacer que Dios te ame más. Él ha ama lo suficiente para haberte creado y puesto su enfoque en ti. Él te amó lo suficiente para querer estar contigo por siempre, a pesar de que peques en su contra. Él te amó lo suficiente para enviar a Su hijo a salvarte de tu pecado.
Nunca encontrarás un amor más grande.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo te sientes de saber que Dios siempre está enfocado en ti? ¿Cómo te hace sentir saber que siempre estás en el foco de su amor?
- ¿Has temido alguna vez que has hecho algo para hacer que Dios te ame menos? ¿Cómo te aseguraste de su amor?
- ¿Qué sabes sobre el carácter de Dios que te hace confiar en su amor?
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