La Virgen de Montserrat, conocida popularmente como La Moreneta, es la patrona de Cataluña y tiene en el 27 de abril su propia festividad
El calendario laboral de Cataluña no lo contempla como día festivo, pero seguro que los catalanes sí lo celebran: cada 27 de abril, en boca de muchos residentes en la comunidad autónoma, resuena el nombre de la Mare de Déu de Montserrat, también conocida como La Moreneta, icono de la cultura catalana a la que muchos, independientemente de su ideología, acuden a visitar en periódicos peregrinaciones al monasterio, ubicado en la provincia de Barcelona. Declarada santa patrona de la comunidad por el papa León en el año 1881 y reconocida por el santoral católico cada 27 de abril, cuenta la leyenda que allá por el año 880 unos niños pastores encontraron la imagen de madera en una cueva, cerca de Montserrat, tras seguir un haz de luz entre las montañas.
Al conocer la noticia, el obispo de Manresa quiso que fuera trasladada hasta la catedral, pero la estatua pesaba tanto que no pudo llegar a su destino. Existen versiones que dicen que el obispo entendió este mensaje como que la propia Virgen no quería ser desplazada, por lo que ordenó levantar una ermita para albergarla; otras, que dicen que la ermita ya estaba allí, en el camino de Montserrat a la catedral, y que ahí fue depositada. En cualquier caso, en el lugar de esta ermita es donde después se levantó el monasterio benedictino de Montserrat, en el siglo XI. La estatua, casi completamente dorada, recibe el nombre de La Moreneta por el tono de sus manos y su rostro, lo único que se salva del dorado: el color oscuro de estas zonas se atribuye a las velas y lámparas que a lo largo de los años se han encendido ante la imagen, que han ido oscureciendo su color.
Rosa d'abril, Morena de la serra,
de Montserrat estel,
il•lumineu la catalana terra,
guieu-nos cap al Cel.
Además del día de la Mare de Déu de Montserrat, cada 27 de abril la Iglesia católica venera también a Zita de Lucca, una trabajadora doméstica y religiosa italiana que pasó de fiel sirvienta a ser canonizada por la Iglesia. Nacida en una familia humilde de Monsagrati (Lucca, región de la Toscana), entró de muy joven a trabajar como sirvienta para una familia adinerada de la ciudad. Su arduo trabajo y humildad y caridad la hicieron víctima de la envidia de sus compañeros criados, que la veían soberbia y engreída. Incluso la acusaban de robar para darle a los pobres, aunque el patrón de la casa nunca pudo confirmar que ésto fuera cierto. Murió el 27 de abril de 1272 tras haber servido para la familia durante casi cinco décadas; tanto aprecio le tenía la familia que fue sepultada en la Basílica de San Frediano, pasando a convertirse en patrona de la ciudad de Lucca más tarde.
Su culto fue aprobado por el papa Inocencio XII en el año 1696, y fue proclamada patrona de las trabajadoras domésticas por Pío XII. Además, Santa Zita de Lucca también es la patrona de los panaderos. El 27 de abril, asimismo, la Iglesia católica venera a todos estos santos y beatos:
- San Antimo, obispo
- Santa Franca, virgen
- San Juan de Afusia
- San Liberal de Altino
- San Macaldo
- Santa Meruvina
- San Pedro Armengol
- San Polión
- San Rafael Arnáiz
- San Simeón
- San Teodor de Tabenneis
- San Acardo
- Beata Catalina de Kotor
- Beato Jacobo de Iádere Varinguer
- Beata María Antonia Bandrés y Elósegui
- Beato Nicolás Roland
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