ALEJANDRO HERNÁNDEZ | 06 MAYO 2022
Define su carácter como la música, entre altos y bajos. Es un zuliano que nació en Caracas. “Yo hice vida en Maracaibo y la quiero mucho, por su gente, por la gaita y por la Virgen de Chiquinquirá”. Entre risas y ocurrencias, cuenta de sus celos por todos y por todo. De sus gustos en la lectura y las artes. ¿Su último lema? “¡Púyalo!”.
-¿Cuál es el rasgo que más define su carácter?
-La música me define, porque me lleva a muchos sitios, entre ellos a la tristeza o la rabia; hay de todo. La música tiene altos y bajos, y mi carácter también los tiene.
-¿Qué es lo que más valora de sus amigos?
-La lealtad total, he tenido unas decepciones por eso; pero tengo bastantes amigos, aunque algunos ya no estén tan cerca.
-¿Cuál es su principal defecto?
-El sistema de pertenencia, soy celoso con mi pareja, con mis hijos, con mis amigos, con mi música, con mi mamá y mi papá, etcétera… Eso a veces no es tan bueno…
-¿Qué cualidad aprecia más en una pareja?
-Oye, que me brinde (jajaja). La conectividad, que así pensemos diferente siempre haya complementariedad sabrosa, eso ayuda a cualquiera.
-¿Cuál es su ideal de felicidad?
-La música, estar en estudio y que todo sea musical. La felicidad para mi es igual a música.
-¿Cuál sería su mayor desgracia?
-No poder ir más a Venezuela, porque yo amo a mi país y a su gente. Yo no tengo impedimentos políticos para ir, pero sí me quedan unos trámites de papeles por resolver aquí en Estados Unidos, para poder viajar.
-¿Quién es su autor favorito y por qué?
-Antoine de Saint-Exupéry, ya que mi libro favorito es El principito, porque toca la imaginación que tiene el músico con esa frase de que “lo esencial se hace invisible a los ojos”. Eso es lo que los músicos hacemos, soñar.
-¿Cuál es su héroe o heroína de ficción?
-Tengo varios, pero uno es Superman y el otro era El Zorro, que lo veía a las 6:00 de la tarde todos los días. Pero sin duda el favorito mío, es Superman.
-¿Quién es su músico favorito?
-Esa es una pregunta muy difícil para mí, pero creo que todo lleva a Beethoven, porque su música me mueve y transforma. Su manera de vivir, la forma como murió; definitivamente él.
-¿Y su pintor preferido?
-Salvador Dalí. Yo quisiera ser como él, que no le importaba nada en la vida, salvo lo que él hacía. Era increíble Salvador Dalí.
-¿Qué es lo que más detesta?
-Aunque parezca mentira, la mentira (jajaja). Valga la redundancia, pero detesto la traición.
-¿Su héroe o heroína de la vida real?
-Mi héroe es mi papá y mi heroína es mi mamá, por todo lo que han pasado ellos por mis hermanos y por mí. Yo tengo 51 años y todavía, cada vez que me llaman, me dicen que me porte bien.
-¿Un hecho militar que valore?
-Ninguno. Capaz la gesta de Simón Bolívar. Hay mucha gente que ha dado la vida por nuestro país, sin ser militares. Hay héroes civiles que se han comportado mejor que los militares. El tema militar me da un poquito de urticaria.
-¿Qué virtud desearía poseer?
-Yo quisiera ser presidente de Venezuela, aunque no sé si eso es una virtud (jejeje). Otra puede ser la de salvar vidas como médico.
-¿Una reforma que admire?
-Todas aquellas que han abonado el camino a la igualdad entre todos los seres humanos.
-¿Cómo le gustaría morir?
-Con los ojos cerrados, porque un muerto con los ojos abiertos es muy feo (jejeje). Me gustaría durmiendo, pero que antes me pueda despedir de mis seres queridos.
-¿Cuál es el estado más común de su ánimo?
-Mucha gente piensa que yo estoy siempre riéndome y mamando gallo, pero la verdad es que por lo general soy y estoy tranquilo.
-¿Qué defectos en la gente le inspiran indulgencia?
-Me he topado con mucha gente que no sabe qué hacer, musicalmente hablando, y siempre los apoyo y oriento porque reflejan inseguridad y duda. Para mí eso es un defecto, uno tiene que confiar en lo que hace.
-¿Tiene un lema o una máxima?
-Yo tengo una compañía que se llama “Pa’ luego es tarde” y lo que intento decir con ese nombre es que “Palante es pa’ allá”; ahorita también digo mucho “púyalo” y ese es un grito que trata de explicar que no hay que pararse por nada y que debemos confiar en nosotros mismos. Ese es mi lema, uno tiene que hacer las cosas, así que “¡Púyalo!”.
-Si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo y traer de vuelta a una persona, ¿a quién escogería?
-A mi padrino, que le decía tío, José Pérez. Él ayudó a mi papá y por eso, prácticamente, me adoptó; me enseñó muchas cosas y además me llevaba a restaurantes. Era lo máximo, y lamentablemente se fue hace unos cuantos años.
-¿Qué palabra eliminaría del diccionario?
-Maldad, la eliminaría en todos los ámbitos posibles.
-¿Un ídolo?
-Oscar D’León por lo increíble que es como músico, como creador y también como persona. Su historia es inspiradora y la humildad que lo caracteriza es admirable.
-¿Cuál es su placer culposo?
-Yo creo que es el whisky (jajaja). Por el estilo de vida mío siempre hay un trago por ahí…
-¿De qué se arrepiente?
-Muchas veces dije que no me arrepentía de nada, pero hoy me arrepiento de haberme ido de Venezuela. Estoy feliz en Estados Unidos, pero siempre tengo esa pata coja con Venezuela.
-¿Un sabor que le recuerde a su infancia?
-Agarra un pan francés y le pones mantequilla por dentro y por fuera, luego le echas queso blanco llanero y lo aplastas en la tostadora. Después lo mojas en un café con leche bien espumoso. Eso era lo que yo comía viendo El Zorro, Los tres chiflados o antes de que llegara mi papá del trabajo.
-¿Una ciudad por la que sienta afecto y por qué?
-Maracaibo, total. Fue la ciudad que me dio un género para ser versátil en la música, por supuesto hablo de la gaita zuliana. Siempre digo que yo nací en Caracas, me crie en Los Teques, mi papá es carupanero, mi mamá es de Trujillo; pero yo hice vida en Maracaibo y la quiero mucho, por su gente, por la gaita y por la Virgen de Chiquinquirá.
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