POR RICK WARREN — MAYO 2, 2023
“Pues la palabra del Señor es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace”. Salmo 33:4 (NTV)
Una de las grandes preguntas de la vida es, “¿en quién vas a confiar?” La forma como contestes esta pregunta va a determinar si eres feliz o miserable, si tienes éxito o fracaso, o si logras algo con tu vida o la desperdicias.
¿Quién siempre piensa en lo mejor para ti? ¿Quién te ayudará a tomar las decisiones importantes para tu vida? ¿Debes confiar en la opinión popular? Eso quizás no sea una buena idea, ya que constantemente cambia. ¿Deberías confiar en los famosos que imponen las últimas tendencias? Las tendencias cambian y las modas se desvanecen. ¿Debes tomar una decisión importante con base en lo que lees en las redes sociales? Solo porque esté en el internet no significa que es verdaderamente digno de tu confianza o fiable.
¿Y qué sobre confiar en ti mismo? La verdad es que nuestras emociones nos pueden mentir. La Biblia dice, “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?” Jeremías 17:9 (NTV). Cuando vivimos por nuestras emociones, podemos ser fácilmente manipulados por otras personas o por nuestros ánimos cambiantes.
Si vas a confiarle tu vida a alguien o a algo, es mejor que escojas a alguien que verdaderamente tiene el mejor interés, es perfecto, sabe todo y nunca te mentirá. Eso limita tus opciones —a Dios.
Nadie jamás te va a decir siempre la verdad. Ellos van a disfrazarla. Ellos van a filtrarla. Ellos van a hacer que suene agradable. Ellos no te van a decir lo que tú necesitas oír. Pero lo que necesitas oír es la verdad, porque es la verdad la que te va a liberar. Mentiras sobre ti mismo, otros, el mundo, y sobre cómo es realmente la vida, solo te mantendrán atado.
Para ser libre, debes tener la verdad. Como he dicho muchas veces, la verdad te hará libre, pero primero te hace miserable. No nos gusta la verdad. Nosotros no queremos escuchar que muchos de los problemas en nuestra vida se deben a nuestras pobres decisiones. Nosotros no queremos escuchar que es nuestra propia terquedad, ego e inseguridad las que causan la ansiedad en nuestras vidas, pero es cierto.
Salmo 33:4 dice, “Pues la palabra del SEÑOR es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace” (NTV).
Dios lo dijo, y eso lo resuelve —ya sea que lo creas o no. Dios no está esperando por tu opinión para descifrar lo que está bien o está mal. Si Dios lo dice, es verdad.
Puedes confiar en Dios.
Reflexiona sobre esto
- ¿Qué vas a confiar hoy a Dios?
- ¿Porqué, usualmente, es más fácil creer las mentiras que escuchamos de otras personas o los medios en vez de confiar en la verdad de Dios?
- ¿Aceptas toda la Palabra de Dios como verdad? ¿Por qué o por qué no?
¿Estas Listo Para Confiar en Jesús?
Saber que Dios nunca dejará de amarte, significa que puedes soltar tus miedos. Él está en control, y Él tiene las mejores intenciones en mente. Él nunca te va a abandonar.
Nosotros no tenemos que ganarnos el amor de Dios o luchar nuestro camino al cielo. La Biblia dice, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:8-9 (RVR1960).
La Biblia dice que solo podemos llegar al cielo confiando en Dios por medio de su Hijo, Jesucristo.
Si no has confiado en Jesús ni te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración:
“Querido Jesús, tú has prometido que si yo creo en ti, todo lo que he hecho malo va a ser perdonado, que aprenderé el propósito de mi vida, y tú me aceptarás en tu hogar eterno en el cielo un día”.
“Yo confieso mi pecado, y creo que eres mi Salvador. Tú has prometido que, si confieso mi pecado y confío en ti, yo seré salvo. Yo confío en ti cuando dices que la salvación viene por gracia, mediante la fe, o no por algo que yo haga. Te recibo en mi vida como mi Señor. Hoy estoy rindiendo cada parte de mi vida a ti. Quiero vivir mi vida de la manera en que quieres que la viva”.
“Jesús, yo quiero descansar en tu amor. Gracias porque no tengo que ganarlo o trabajar por él. Yo quiero usar el resto de mi vida para servirte en vez de servirme a mí mismo. Humildemente comprometo mi vida a ti y te pido que me salves y aceptes en tu familia. En tu nombre oro. Amén”.
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