¡La cosecha se acerca! Así que cuando esté cansado, pídale a Dios fuerzas para seguir adelante.
Existen al menos dos tipos de espera. A veces esperamos pasivamente, mientras estamos en el automóvil, al teléfono o en fila para realizar un pago. Pero también esperamos activamente: el fin de semana, las vacaciones y la jubilación. Seguimos trabajando mientras esperamos esos momentos.
Estas experiencias nos ayudan a entender la exhortación del Antiguo Testamento de “esperar en el Señor” (Sal 131). Por medio de Sofonías, Dios mismo le dice a Israel: “Esperadme” (Sof 3.8). ¿Qué tipo de espera es esta?
Puede parecer pasiva, pero nuestra espera en el Señor es el tipo de espera que hace un agricultor. Planta las semillas y sigue trabajando mientras espera la cosecha. Pablo anima a los gálatas a hacer lo mismo, a seguir trabajando mientras esperan. Les dice: “No nos cansemos… a su tiempo segaremos si no desmayamos”.
Y la esencia de este trabajo, dice Pablo, es vivir las promesas del evangelio donde estamos. “Según tengamos oportunidad”, sigue diciendo Pablo, “hagamos bien a todos” (Gl 6. 10). Hacer el bien es algo natural cuando creemos en las promesas del evangelio en cuanto al futuro. Mientras esperamos el regreso del Señor, busquemos oportunidades para bendecir a los demás. Podemos confiar en que Dios será fiel para producir una cosecha “a su tiempo” (Gl 6. 9).
Biblia en un año: Amos 5-9
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