POR RICK WARREN — NOVIEMBRE 4, 2023
“El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha”. Eclesiastés 11:4 (NTV)
Cuando aprendes a relajarte en la gracia liberadora de Dios y escapar de la prisión del perfeccionismo, encontrarás un nuevo nivel de alegría y libertad en tu vida. ¿Por qué es esto? Debido a que el perfeccionismo es destructivo para tu vida de muchas maneras.
- Derrota tu iniciativa
¿Alguna vez has tenido un proyecto que no has podido empezar? Piensas: “Un día de estos me pondré a trabajar en ello”, pero no eres capaz de dar el primer paso. Una posible razón es el perfeccionismo. Esperas a que se den las circunstancias o el momento perfecto, o que los niños salgan del colegio o que llegue cierta cantidad de dinero. Cuando pones el listón tan alto, el perfeccionismo provoca parálisis y no puedes hacer nada.
La Biblia dice en Eclesiastés 11:4, “El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha” Eclesiastés 11:4 (NTV).
- Daña tus relaciones
A nadie le gusta que le regañen o le corrijan todo el tiempo. Es frustrante e irritante.
La Biblia dice: “Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos” Proverbios 17:9 (NTV). El perfeccionismo —el deseo de corregir siempre— daña las relaciones, porque tiene sus raíces en la inseguridad. Los perfeccionistas que son duros y exigentes con los demás son realmente duros y exigentes consigo mismos.
- Destruye tu felicidad
Eclesiastés 7:16 dice: “¡no seas demasiado bueno ni demasiado sabio! ¿Para qué destruirte a ti mismo? (NTV). Él no está hablando de una verdadera justicia o la sabiduría real. Está hablando de perfeccionismo. Tú puedes tomar cualquier virtud y hacer de ella un vicio llevándola al extremo.
Somos nuestro peor crítico y tu peor crítico vive dentro de ti. Tendemos a resentirnos e incluso a detestar a la gente que nos regaña; si siempre te estás regañando a ti mismo, ¿qué dice eso de ti? Dice que no estás contento contigo mismo. Crees que no eres lo bastante bueno. Y crees que recordarte a ti mismo lo que está mal te va a motivar para hacer lo correcto. Pero no es así. Eso se llama perfeccionismo, y hace que te menosprecies constantemente.
Sólo hay un antídoto contra el perfeccionismo. No es un libro de autoayuda o un consultorio médico. Sólo puedes descansar cuando experimentas plenamente la gracia liberadora de Dios.
Reflexiona sobre esto
- ¿Qué condiciones perfeccionistas necesitas dejar de lado para que puedas seguir adelante?
- ¿Por qué es importante para que ti ser capaz de relajarte? ¿Qué dices a las personas que no son seguidores de Jesús?
- ¿Qué pensamientos negativos sobre ti mismo necesitas reemplazar con promesas y la verdad de Dios acerca de quién eres en realidad?
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