La luz de Cristo proporciona esperanza, amor y poder para superar cualquier oscuridad.
Si usted alguna vez se ha tropezado en la oscuridad, sabe que incluso una visión perfecta es inútil sin luz; pero al accionar un interruptor todo se vuelve mucho más claro.
A eso es lo que se refiere Pablo cuando ora diciendo: “Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento” (Ef 1.18). Esta oración no está pidiendo una visión espiritual de rayos X; sino que Dios les permita a los efesios ver todo con la luz de Dios.
¿Qué necesitaban ver? El alcance y la riqueza de la salvación en Cristo. Primero, está basada en la esperanza, algo que los efesios no tenían antes de su encuentro con Cristo. Habían estado fuera del reino de Dios, pero como resultado de su llamado, se convirtieron en su pueblo. Esa realidad transformó no solo su futuro sino también su presente.
Ahora, como pueblo de Dios, ya no debían confiar en sus propias fuerzas. Con el Rey y los recursos del reino a la mano, los creyentes tenían un poder “ilimitado” trabajando a favor de ellos, en ellos y a través de ellos (Ef 1.19). También es un buen recordatorio para nosotros. A pesar de la evidente oscuridad del mundo, podemos vivir en la luz, la esperanza y el poder de las buenas nuevas. Así que, oremos como Pablo, por una perspectiva iluminada por el evangelio.
Biblia en un año: GÉNESIS 4-7
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