John F. Kennedy fue elegido siendo bastante joven. Era llamativo. Iba bien vestido, tenía estilo con sus trajes a medida y sus llamativos Ray-Bans; se comportaba con seguridad y precaución y era conocido por ser mujeriego, sórdido y bastante encantador. JFK era el James Bond de la Casa Blanca.
A pesar de que procedía de una familia adinerada, Kennedy era un poco "poco capaz" en muchos aspectos. Por ejemplo, al ser un católico irlandés en Estados Unidos durante los años 50 y 60, vivió en una época en la que el país aún no era un lugar muy acogedor para que la gente de su origen entrara en la arena política, fuera rica o no.
Pero él fue persistente, carismático... y un héroe de la guerra, habiendo servido en la Marina, evitando la muerte por muy poco y logrando salvar a un soldado herido de una muerte segura, mientras él mismo, Kennedy, estaba gravemente herido... Su historial en la Segunda Guerra Mundial ciertamente no dañó su percepción pública ni un poco: era un malote certificado.
Luego estaba su vida personal. Rocosa, salvaje y llena de hermosas personas. Su esposa, Jackie Kennedy, era una mujer absolutamente impresionante. De nuevo, muy llamativa, y un icono absoluto del estilo y la moda. Estar casado con Jackie impulsó enormemente el estatus de JFK, y le ayudó a inmortalizarse ante el público. La pareja desprendía glamour, eran muy "hollywoodienses" en cuanto a parejas presidenciales…
Mientras tanto, JFK también tenía aventuras con algunas de las mujeres más bellas del mundo mientras casado con Jackie, que ciertamente no se lo merecía. Kennedy no era precisamente discreto en cuanto a que Marilyn Monroe fue su pareja.
En lo que respecta a los hombres, John F. Kennedy fue lo más parecido a James Bond que ha tenido un líder estadounidense, y como presidente, tenía algo mejor que una licencia para matar... tenía una licencia para hacer lo que se le diera la gana… lo cual es más o menos lo que hacía, hasta el día de su muerte.
Su vida era como una fantasía. Aportó en cierta medida a la política también; como presidente, no lo pondría entre los cinco primeros, ¿tal vez entre los diez primeros? No era su actuación lo que lo hacía popular, sino su vida tan intrigante y mágica y su abrupto final, cuando muchos pensaban que estaba en la cúspide de la grandeza...
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