Arroyo Tenaya - Parque Nacional de Yosemite, California. Fotografía por Charles F. Stanley |
La fe es el camino hacia una vida abundante en el Señor.
En el norte de California se encuentra el puente Golden Gate, un rasgo distintivo famoso y una maravilla de la ingeniería humana. Se extiende sobre el estrecho que hay entre la bahía de San Francisco y el océano Pacífico, conecta dos orillas que antes estaban separadas y brinda un paso seguro a lo largo de toda su extensión.
En nuestra vida espiritual, la fe también puede ser un tipo de puente, uno que nos une a Dios y a sus promesas (Is 59.2). Este puente es fundamental para nuestra relación con el Señor, pues nos ofrece esperanza. Al sumergirnos en la Palabra de Dios y absorber sus preceptos, más fuerte se vuelve este puente de fe. Podemos confiar en que este nos brindará seguridad mientras enfrentamos las pruebas de la vida.
Como creyentes, podemos encontrar consuelo al saber que estamos conectados al amor, la gracia y la redención de Dios. Por medio de la fe, podemos caminar con valentía por el camino que Cristo ha trazado para nosotros, atravesando de manera segura abismos de peligro y duda.
Cada vez que vea un puente, deje que le sirva como símbolo de cómo la fe nos une al Dios vivo y nos guía hacia la vida abundante en Él. Recuerde que alimentarnos de la Palabra de Dios refuerza nuestro “puente”, haciéndolo más fuerte y estable.
Biblia en un año: JOSUÉ 23-24
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