NUNCA LE CUENTES TODO A ALGUIEN...
Una de las cualidades más importantes que un hombre puede cultivar, es la discreción. La discreción es una cualidad propia de la energía masculina, pues es un comportamiento instrumental, es decir, que tiene objetivos, y metas claras tras su manifestación. Y es opuesto a la comunicatividad, la cual es una cualidad propia de la energía femenina (Y que tiene su función y efectividad en otros contextos). La discreción nos da margen para pensar, proyectar y actuar de forma mucho más asertiva. Varios de los errores que cometemos en la vida y que comprometen nuestro bienestar, vienen simplemente de que nuestra lengua se haya apresurado a actuar, hablar y/o hacer algo en un momento bajo un estado emocional.
Debemos recordar que seguimos siendo individuos, personas y mundos aparte de los demás, y hasta parte de ser atractivos, es tener también joyas y tesoros escondidos solo para nosotros. Dentro del gastado mundo de la "seducción" muchas prácticas llevan a los hombres a esforzarse demasiado, a fingir excesivamente, y a tratar de orientarse a posturas que simplemente no son naturales, hablan en exceso, comunican más de la cuenta, se entregan muy rápido, demasiado pronto, regalan su interés sin argumentos para hacerlo. En cualquier ámbito: Negocios, juego, relaciones humanas, en todo, no saber ser discreto te puede jugar en contra, y ¿Que acciones de poca discreción te joden y eventualmente te juegan en contra? Algunas, son las siguientes:
- darle tus contraseñas de redes sociales a tu pareja creyendo que eso te hace más transparente y confíable ( Las relaciones humanas son volátiles, no importa cuánto ames a una pareja, a largo plazo puedes estar comprometiendo tu privacidad de formas dañinas y estar expuesto a los arranques emocionales de otra persona). Puedes ser honesto y confiable y no contarlo todo, puedes ser honesto y confiable y aún así tener una vida privada sana aislada de tu pareja.
- brindar información valiosa y estructurada sobre negocios, desarrollo, temas técnicos de algún campo o cualquier tema a otras personas sin obtener beneficios económicos o intercambios que te remuneren a ti. Los talentos que posees son las herramientas que la naturaleza te da para sobrevivir y aún más, vivir una vida realizada, son las competencias que la evolución te ha brindado para que seas más apto y puedas avanzar en este mundo. Si eres bueno en algo, no lo hagas gratis y no estés revelando todo lo que sabes creyendo que así sorprendes a la gente. No importa cuál sea tu talento. Puedes ayudar, puedes aportar y puedes hacer cosas de forma desinteresada a veces, pero si en una medida alta y mayoritaria no te estás lucrando con tus capacidades: te estás robando a ti mismo.
Seas como en mi caso un psicólogo, un negociante, un dibujante, un diseñador, un ingeniero, tenlo presente, no importa que tú vocación esté orientada al servicio de los demás: no le debes a nadie terapia, diseños, productos, proyectos ni asesorías gratuitas. Tu labor no tiene que ser para todos, es para aquellos que pueden costearla. De igual forma, se digno y siempre paga a otros por los servicios que te ofrecen. Se discreto y claro con lo que sabes, no te regales.
- comprometerte apresuradamente con cosas que no puedes cumplir y que después te generan angustia y responsabilidades que no querías. Las personas poco discretas son comunicativas en exceso, y esto hace que sus defensas racionales se reduzcan y que las expresiones emocionales aumenten, por eso las personas muy "hablantinas" suelen meterse en proyectos, compromisos y cosas que no desean, y dicen "si" solo por momentos de emoción, para luego arrepentiste por haber prometido cosas que no quieren ni pueden cumplir. Ser discreto es pensar siempre con cabeza fría en que nos estamos metiendo y si eso nos conviene o no.
- alardear y poner presión sobre tu persona sobredimensionando tus cualidades. Ser fanfarrón te juega en contra en todo. Tú mismo te pones expectativas que a veces no puedes cumplir y te quitas la confianza para ejecutar en paz y de la mejor forma. Ser discreto no es desvalorizar tus cualidades o capacidades, es dejar que tus acciones, tus resultados y lo que eres hable por ti. Si eres bonito y/o atractivo, no tienes que vivir haciéndoselo saber a todo el mundo, la gente lo notará, decirlo te hace lucir imbécil. Si eres bueno en algo, tu labor hablará por tí, la gente te recomendará. Estar gritando al mundo que eres lo máximo solo hace que tú mismo te defraudes y condiciones la buena ejecución de lo que haces.
Se discreto. Habla de tus talentos con ecuanimidad, y de tus resultados con objetividad ¿Recuerdas a esa persona "idiota" que conociste aquella vez y que no paraba de hablar de si misma y de lo buena que era? ¿Si? Bueno, igual quedas tú cuando haces lo mismo.
- vivir hablando mal de otras personas. Con esto no quiero caer en esas falacias y creencias ginocentristas de "un hombre jamás habla de una dama", puesto que esto es solo un adoctrinamiento conveniente que funciona en propósito de los malos actos de muchas mujeres. Realmente, un hombre, no debe vivir en pro de hablar mal de cualquiera, es mejor si no habla de nadie y si evita emitir juicios no constructivos sobre otros. Una cosa es emitir críticas o diálogos alrededor de temáticas sociales, hasta hacer humor con las mismas, pero otra muy distinta es tener el corazón lleno de rencor y destruir con la lengua a otros. No ser discreto y hablar mal de otros es como escupir hacia arriba, o bien como dicen en mi tierra: "La lengua es el azote del culo".
Estas son solo unas pocas razones, pero de mucho peso, para aprender que una de las cualidades más positivas y elegantes que puede tener un hombre, es la discreción. Hombre, se discreto, y principalmente, Hombre, amate a ti mismo. Hombre, ten dignidad.
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