El mundo árabe se extiende por más de 20 países y está formado por más de 200 millones de personas. Si bien es importante no utilizar una brocha gorda para describir a quienes lo componen, hay muchos matices que se pueden ver ya sea que estés visitando Egipto, haciendo negocios en Qatar o de vacaciones en el Líbano. Si te interesa el mundo árabe porque viajas allí con frecuencia o estás aprendiendo árabe, ¡te encantarán estos 8 datos fascinantes sobre la cultura árabe!
1. Árabe no es una raza
Con demasiada frecuencia escucharás a la gente usar la palabra "árabe" de manera general como un término para describir la raza de quienes provienen de ciertas partes del mundo. No solo es vergonzoso, ¡sino que es simplemente ignorante! Si planeas pasar un tiempo en el mundo árabe, esto es lo primero que debes tener claro para no terminar ofendiendo a nadie. De hecho, "árabe" es un término cultural que describe a las personas que hablan árabe como lengua materna.
2. El honor es importante
Los árabes se toman muy en serio el honor y el respeto y nunca se debe insultar a nadie, ni siquiera en broma. Es irrespetuoso burlarse o gritarle a un árabe y, especialmente, es un gran tabú cuando se trata de los mayores. Los valores familiares y el respeto a los mayores se tienen en alta estima en el mundo árabe y son aspectos clave de la cultura con los que nunca, jamás, se debe jugar.
3. No todos los árabes son musulmanes
Dado que la mayoría de las figuras árabes que conocemos en Occidente tienden a ser musulmanas, es fácil suponer que todos los árabes deben, en cierta medida, practicar el Islam. En cierto modo, hemos llegado a asociar "musulmán" y "árabe" como términos intercambiables, lo que no debería ser así. Si bien la mayoría de los árabes son musulmanes, en la cultura árabe encontrará creencias cristianas, judías y de toda una gama de otras religiones.
4. Las relaciones primero, los negocios después
Si viaja a cualquier parte del mundo árabe por negocios, es importante que sepa que en la cultura árabe no existe la posibilidad de ponerse manos a la obra. Las primeras reuniones se utilizan para determinar si se puede desarrollar una relación entre las diferentes partes y solo entonces se planificarán las negociaciones posteriores. Tómese su tiempo para conocer a sus homólogos de negocios y no sienta la necesidad de apresurarse a ir directamente al grano.
5. Los árabes aman las joyas
Es muy raro encontrar a un árabe caminando sin al menos un poco de joyería. Esto se debe a que a los árabes les encantan las joyas y disfrutan de invertir en hermosas joyas. ¡Las mujeres árabes, en particular, son conocidas por lucir ropa decorativa y joyas impresionantes para casi cualquier ocasión!
6. El lenguaje corporal tiene un significado
El lenguaje corporal, sin importar de qué cultura o país estemos hablando, tiene un significado. En la cultura árabe, tiende a tener un poco de significado adicional, lo que hace que los saludos sean un poco complicados. Si está estrechando la mano, extienda la mano derecha y sostenga la mano de la otra persona sin apretarla, pero durante más tiempo. Saluda a tus amigos y colegas más cercanos con un abrazo y un beso en ambas mejillas, ¡pero sólo si son del mismo sexo! Si saludas al sexo opuesto de esta manera corres el riesgo de ofender.
7. El té y el café son clave
La comida y la bebida son puntos centrales en torno a los cuales giran casi todas las culturas del mundo. La cultura árabe no es diferente y los árabes llevan su amor por el té y el café en particular a un nivel completamente nuevo. En el mundo árabe, el té juega un papel muy importante en la sociedad, ya que se puede servir cuando un anfitrión desea mostrar hospitalidad a un invitado o como parte integral de las reuniones de negocios. El café también es extremadamente importante y se bebe después de casi todas las comidas.
8. El tiempo no es esencial
La cultura occidental es, en general, mucho más acelerada que la árabe. En los EE. UU. o el Reino Unido, es posible que estés acostumbrado a mirar tu reloj y correr de un lugar a otro, pero si intentas hacer esto en un país árabe, tu contraparte lo considerará enormemente insultante. Mirar el reloj le indica a su anfitrión o invitado que está demasiado ocupado para ellos o que no los considera dignos de su tiempo. Es mejor dejar de lado el reloj y evitar el hábito o la tentación por completo.
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