La misma naturaleza nos enseña que de sus imperfecciones emana una belleza infinita…así somos los seres humanos, tan imperfectos, pero al mismo tiempo tan bellos cuando nos aceptamos, como seres con defectos y con errores, sin tratar de disimularlos sino de mejorarlos.
Cuando logramos admirar la belleza que hay en el caer de las hojas secas de los árboles, formando un torbellino al paso del agitado viento, cuando disfrutamos la sensación que produce el crujir de esas mismas hojas, bajo nuestros pies al caminar sobre ellas…cuando vemos ese tapete, de diferentes tonalidades de cafés, que se forman al secarse y que adornan el sendero por donde transitamos; nos damos cuenta que la belleza está en todo lo que percibimos con el alma…igual el ser humano, con el pasar del tiempo se hace físicamente diferente, pero más interesante, más sabio, más lleno de historias que contar…habrá tanta belleza en esa alma y ese espíritu, cubiertos con ropajes viejos; que solo podrán ser admirados y reconocidos por personas con sensibilidad extrema…personas que sepan ver la belleza que se esconde detrás de un rostro o un cuerpo marcado por los años; reconociendo que son precisamente las imperfecciones de esos años, las que cuentan, cuales han sido las batallas libradas para que esa alma, luzca resplandeciente y pueda ser admirada y amada por las personas que ven más allá, de donde otros solo pueden ver los estragos del tiempo.
Aceptemos nuestro rostro, nuestro cuerpo con imperfecciones…ellas cuentan la historia, de una vida plena y satisfactoria, así como en la naturaleza, vemos, que de sus entrañas avejentadas brotan manantiales de belleza, dejemos que de nuestro cuerpo y nuestra mente ya cansados, broten bellas historias sin contar, porque al terminar, todos seremos la historia misma, que alguien contará.
Con amor, BONITO DIA🙏🏼…Manoha
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