viernes, 27 de septiembre de 2024

Diógenes.......un loco?

ESTA ES LA HISTORIA DEL FILÓSOFO QUE SE MASTURBABA EN PÚBLICO. DIÓGENES EL PERRO ¿QUIÉN FUE EN REALIDAD?

Vivió toda su vida como un perro. Arremetió contra una sociedad corrupta, desde reyes hasta simples esclavos. Se burló de las enseñanzas de Platón. Y por si fuera poco se masturbó en público. Él es Diógenes el filósofo cínico. Un ciudadano sin hogar, o mejor dicho un ciudadano del mundo, emigrando de un lugar a otro. Amante de los gestos escandalosos, siempre contracultural. 

Nació en Sinope 412 a. C. Hijo de familia adinerada. Fue exiliado por la acusación de falsificar monedas. En Atenas trató de seguir las enseñanzas del filósofo Antístenes, un discípulo de Socrátes que había fundado la escuela de los cínicos. Cuyo objetivo era denunciar los vicios de la ciudad. 

Los cínicos se caracterizaban por la total renuncia a los bienes materiales y los placeres sensuales, y Diógenes llevó esta actitud a su extremo

En cierta ocasión la ciudad de Atenas se encontraba de fiesta. Diógenes se acurrucó en una esquina para dormir. Estaba triste porque se sintió marginado. 

De pronto observó a un ratón que comía las migajas del pan que él mismo había comido. 

 «¿De qué te quejas? –se dijo a sí mismo–, mira que este ratón se contenta simplemente con los restos de tu propia comida, mientras que tú, al contrario, te lamentas por no poder emborracharte con ésos allá abajo».

Levantó sus ánimos y se reconfortó con el lugar que le habían decorado los atenienses.

Diógenes se aposentó en el Ágora principalmente para contemplar a la gente cómo invertían su tiempo. Mientras la gente le gritaba ¡Perro!, él respondía: «¡Perros sois todos vosotros que me rondáis cuando como!».

Y de igual manera criticaba a la sociedad cuando no le daban limosna: no hay ninguno en esta ciudad que sea lo suficientemente honesto - solía decir - muchos hablan de justicia pero muy pocos la practican.

Un día se pasó por la Academia y viendo que Platón defendía ante sus alumnos que el hombre era un animal bípedo sin plumas, tomó un gallo, lo peló y lo echó en medio de la escuela al grito de: «¡Ahí va un hombre de Platón!».

A simple vista parecía un loco. Orinaba descaradamente encima de alguien como un chucho cualquiera y hasta se masturbaba en público para escándalo de los transeúntes, a lo que siempre replicaba: «¡Ojalá fuera igualmente fácil quitarme el hambre con tan sólo frotarme la tripa!». Pero en todas estas provocaciones había un serio trasfondo ético: limitar los deseos a las verdaderas necesidades que la naturaleza prescribe.

Quizás, el pasaje más famoso de su vida, es su encuentro con el macedonio conquistador Alejandro Magno. Aunque en realidad, más que histórico, se considera como una leyenda. Se dice que Alejandro al llegar a la ciudad de Corinto quiso verlo. Llegado a su presencia, le dijo que le pidiera lo que quisiera, a lo que el filósofo respondió: "hazte a un lado, me estás tapando el sol".

Ya en su vejez, alguien le aconsejó que disminuyera el rigor al que se sometía, pero él se negó. Pero finalmente murió en su pobreza en Corinto en el 323 a. C. Año en el que murió Alejandro Magno.

La aparente insensatez de Diógenes, era una máscara bajo la que se escondía un conocimiento certero de la naturaleza humana; y su polémico estilo de vida, una provocadora manera de denunciar los vicios de su época.

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