viernes, 21 de febrero de 2025

Envejecer no significa bajar el ritmo

Envejecer no significa bajar el ritmo, sino correr de forma más inteligente. Algunos de los corredores más impresionantes del mundo tienen entre 50 y 70 años, lo que demuestra que, con el enfoque adecuado, puedes mantenerte rápido, fuerte y sin dolor hasta bien entrada la vejez.

La mayor diferencia a medida que envejeces no es la velocidad, sino la recuperación. Lo que antes te llevaba un día, ahora puede llevarte dos o tres. Tus músculos, articulaciones y tejidos conectivos no se recuperan tan rápido, lo que significa que el entrenamiento tiene que adaptarse. La clave es escuchar a tu cuerpo en lugar de seguir ciegamente planes de entrenamiento rígidos.

Primero, prioriza el entrenamiento de fuerza. La masa muscular disminuye naturalmente con la edad, pero levantar pesas, hacer ejercicios con el peso corporal e incorporar bandas de resistencia puede mantener tus piernas fuertes y tus articulaciones estables. Unos músculos más fuertes significan una mejor economía de carrera y menos lesiones.

Segundo, ajusta tu kilometraje e intensidad de forma inteligente. En lugar de correr un gran kilometraje todas las semanas, concéntrese en sesiones de calidad: carreras de ritmo, entrenamientos en colinas y carreras largas estratégicas que desarrollen la resistencia sin sobrecargar el cuerpo. El entrenamiento cruzado con ciclismo, natación o remo puede mantener alta su capacidad cardiovascular y reducir el estrés por impacto.

En tercer lugar, déle a su cuerpo más tiempo para recuperarse. Los corredores mayores suelen beneficiarse de correr cuatro días a la semana en lugar de seis, lo que permite que los músculos tengan más tiempo para repararse. El sueño se vuelve aún más crítico: de siete a nueve horas de descanso profundo marcarán una gran diferencia en el rendimiento y los niveles de energía.

Por último, mantenga la movilidad como prioridad. La rigidez se vuelve más común con la edad, pero los estiramientos, el uso de rodillos de espuma y el yoga pueden ayudar a mantener las articulaciones y los músculos flexibles. Un calentamiento dinámico de 5 a 10 minutos antes de cada carrera reduce el riesgo de lesiones y hace que correr se sienta más suave.

Correr a medida que envejece no se trata de intentar ser tan rápido como a los 25 años. Se trata de mantenerse fuerte, moverse bien y seguir disfrutando del deporte durante las próximas décadas. Los mejores corredores no se detienen porque envejecen: se adaptan, se ajustan y siguen adelante. Y tú también puedes hacerlo.

Fuente: The Running Week

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