sábado, 26 de julio de 2025

De Jesus fue una estrella

"Empiezas primero con amigos y te vas envolviendo tanto con las drogas, que cuando te das cuenta… ya estás enganchado.
Te llevan a fiestas y empezás a usar esa porquería. Lo peor es que cuando abrís los ojos, ya es demasiado tarde. Ya sos un adicto."
—Esteban de Jesús, años después de ser campeón

Era veloz, talentoso, zurdo y tenía pegada. En 1972 le quitó el invicto a Roberto Durán. Lo tiró en el primer round y ganó por decisión. Fue el primer hombre en vencer al "Mano de Piedra". Puerto Rico se rindió a sus pies. Tenía todo para ser grande.

Pero fuera del ring había un monstruo que no podía esquivar. Las drogas lo empezaron a consumir. Su adicción a la heroína lo acompañó incluso en los años de gloria. Subía a pelear con el cuerpo entrenado, pero el alma rota. En 1976, tras una pelea, su hermano murió de una sobredosis. Y en 1980, Esteban mismo fue arrestado por asesinar a un joven en una discusión banal. Terminó condenado a cadena perpetua.

En prisión le diagnosticaron VIH. Y luego, sida. Allí, entre las rejas, pidió perdón. Se convirtió al cristianismo. Escribía cartas, daba consejos, hablaba con jóvenes para que no siguieran sus pasos.

Y entonces pasó algo que nadie esperaba. Roberto Durán, su gran rival, el que no se hablaba con él desde aquellos combates, fue a visitarlo a la cárcel. Se abrazaron. Se perdonaron. Se lloraron. Cuando Esteban murió, con apenas 37 años, Durán fue uno de los pocos que fue al funeral. Lloró frente a la tumba. En varias entrevistas lo recordó así:

"Esteban fue un gran rival, pero también un gran ser humano. No merecía morir así. Fui a verlo porque en el fondo lo quería."

Esteban de Jesús tuvo todo. Y también lo perdió todo. Pero al final, encontró paz. Y dejó una lección que todavía hoy duele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu Tiempo Está en las Manos de Dios

Por Rick Warren “Pero yo confío en ti, oh Señor; digo: ‘¡Tú eres mi Dios!’ Mi futuro está en tus manos”.  Salmo 31:14-15 (NTV) Lo opuesto al...