Washington— El presidente Donald Trump prometió ayer ayudar a que Puerto Rico se recupere de la destrucción del huracán María, mientras que una importante funcionaria federal ocasionó una tempestad al declarar que la atención que daba el gobierno al desastre era una "buena noticia".
La alcaldesa de San Juan reprochó a la secretaria interina del Departamento de Seguridad Nacional, Elaine Duke, por aparentemente restar importancia al sufrimiento.
"Cuando no tienes comida para un bebé, es no es una buena noticia", dijo a CNN Carmen Yulin Cruz, alcaldesa de la ciudad más grande de la isla. "Maldición... ésta es una historia de gente que está muriendo".
Por su parte, Trump dijo que Puerto Rico es "totalmente incapaz" de lidiar solo con la catástrofe. "Trabajan muy duro, pero no quedó nada", dijo. "Fue arrasado". Agregó que todas las dependencias correspondientes del gobierno "están totalmente comprometidas con el desastre, y con las labores de atención y recuperación".
Y aunque manifestó empatía y solidaridad, llevó la atención nuevamente a la enorme deuda que tenía la isla antes del huracán, lo que generó dudas de hasta dónde ayudará Washington a Puerto Rico.
"Al final el gobierno de Puerto Rico tendrá que trabajar con nosotros para determinar cómo se financiará y organizará este enorme esfuerzo de reconstrucción –que terminará siendo uno de dimensiones jamás vistas–, y qué haremos con la tremenda deuda que ya tiene la isla", dijo el presidente, quien agregó que "sin embargo, no descansaremos hasta ver que la gente de Puerto Rico está segura".
Previamente tuiteó que "el hecho es que Puerto Rico ha sido destruido por dos huracanes. ¡Habrá que tomar grandes decisiones sobre el costo de su reconstrucción!".
Duke visitó la isla ayer para evaluar los daños y reunirse con funcionarios locales. Hizo un recorrido aéreo de una hora y luego se trasladó en vehículo desde el aeropuerto a través de calles todavía inundadas, con letreros torcidos y techos con agujeros.
Se reunió con autoridades locales y federales y trató de alejarse de las declaraciones que hizo la víspera.
Al preguntarle sobre su comentario del jueves, dijo: "Hay tanto más que debemos hacer. Nunca estaremos satisfechos. Por eso estamos aquí". Había descrito "nuestra capacidad de llegar a personas y el número limitado de muertes" como buenas noticias.
En una conferencia donde no aceptó preguntas, dijo que ni ella ni Trump descansarán hasta que los puertorriqueños regresen a las casas, escuelas y hospitales, y que tengan de nuevo agua limpia y que la economía isleña se reactive nuevamente.
Duke dijo que está consciente de que la gente está sufriendo y "claramente la situación en Puerto Rico después del devastador huracán no es satisfactoria".
En esta temporada en que llegaron tres potentes huracanes –Harvey, Irma, María– Trump y su gobierno se han elogiado prematuramente mientras sucede una catástrofe, un error también cometido durante el huracán Katrina por el expresidente George W. Bush en 2005.
En días recientes, el presidente dijo que su gobierno recibía elogios de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses por sus labores de recuperación. Pero muchos en las zonas devastadas han dicho que la ayuda es escasa y desorganizada, y que los alimentos disminuyen en algunos pueblos remotos.
Se espera que Trump viaje a Puerto Rico para inspeccionar los daños el martes.
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