“Los prudentes saben a dónde van, en cambio, los necios se engañan a sí mismos”. Proverbios 14:8 (NTV)
El dinero es una herramienta para ser usado para el propósito de Dios. No es para que lo acaparemos. Ni para acumularlo. Ni para adorarlo. ¡Es para usarlo! Usar los recursos temporales –lo que Dios te ha puesto en tus manos- para un bien permanente.
En la historia del administrador deshonesto pero astuto en Lucas 16:1-13 Jesús lo hizo el héroe de la historia. El administrador sabía que iba a ser despedido, así que decidió hacer algunos amigos reduciendo las deudas debidas a su Señor.
¿Qué le gusto a Jesús sobre este hombre? Él es deshonesto, pero hizo tres cosas bien –tres cosas que son una lección que Dios quiere que aprendas y apliques en tus finanzas.
El administrador pensó a futuro.
La mayoría de las personas nunca anticipan cuando se trata de sus finanzas. Estudios demuestran que ahorramos muy poco, y eso no es inteligente.
Proverbios 14:8 dice, “El que es sabio y astuto sabe por dónde va; a los necios los engaña su propia necedad” (RVC).
El administrador hizo un plan.
¿Cómo sabes si tienes un plan financiero? Es realmente simple: ¿Tienes un presupuesto? Un presupuesto es simplemente planear los gastos. Un presupuesto está diciéndole a tu dinero hacia dónde quieres que vaya, en lugar de preguntarte en qué lo gastaste. Tienes que tener un plan.
La Biblia dice en Proverbios 16:9 “El corazón del hombre pondera su camino, pero el Señor le corrige el rumbo” (RVC).
El administrador actuó rápido.
Lucas 16:4 dice, “Ah, ya sé cómo asegurarme de que tendré muchos amigos que me recibirán en sus casas cuando mi patrón me despida” (NTV).
El administrador no aplazó; no se tardó. Él puso su plan en marcha. Él no dijo: “Algún día voy a poner mis finanzas en orden” o “Algún día voy a comenzar a ahorrar para el retiro”.
Jesús no está recomendando la deshonestidad del administrador, pero su actitud, lo que dice, “voy a pensar a futuro. Voy a hacer un plan. Y voy a invertir en relaciones que beneficiarán a otros y a mí en el futuro”.
¡Eso es inteligente! Y Jesús quiere que tu hagas lo mismo respecto a tus finanzas. ¿Estás gastando tu Tesoro aquí en la tierra o mirando hacia el futuro y almacenando tesoros en el cielo?
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué hechos necesitas enfrentar en tus finanzas?
- ¿Cómo necesitas comenzar a planear para el futuro cuando se trata de tus finanzas? ¿Qué quieres lograr en el futuro con tu dinero?
- ¿Cómo has estado postergando cuando se trata del manejo de tus finanzas y ahorros para el futuro? ¿Qué puedes hacer hoy para avanzar en estas áreas?
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