La inflación y la escasez afectó especialmente la Semana Santa de 2018, debido a la falta harina para las hostias sagradas en las iglesias católicas venezolanas, la situación se tornó tan critica que desde Colombia fueron donadas 250 mil hostias para poder celebrar la Semana Mayor; pero ahora no es solo la ausencia de este artículo imprescindible durante la eucaristía, sino que la situación país se refleja totalmente en la casa de Dios.
Redacción Venezuela Al Día
En un reportaje de El Pitazo se demuestra esta situación insólita para los católicos, debido a que ya no es solo la escasez de hostia, que hace que los sacerdotes cuenten cuántas personas comulgaran para cerciorarse de que las hostias alcanzaran, ahora la falta de efectivo hace que la ofrenda (limosna) represente otro reto para el religioso.
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Las iglesias del país han tenido que implementar nuevas formas de pago. Por ejemplo, en Nuestra Señora de La Paz, ubicada en Montalbán, las limosnas tradicionalmente son ofrecidos en efectivo durante las misas, pero pueden ser donadas mediante transferencias o por el punto de venta, al finalizar la celebración de la eucaristía, reseña el medio.
Los voluntarios de Montalbán señalan que, aunque es una colaboración, el montó de la ofrenda debería se más de 10 mil bolívares. Mientras que las misas para los difuntos tienen un costo de Bs. 3 mil por cada uno y los documentos como la fe de bautismo se pagan en Bs. 100mil.
Pero no todas las iglesias cuentan con un punto de venta o tienen la opción de transferencia, como sucede en la Iglesia de San Francisco, en el centro de Caracas, que depende del efectivo dado en la ofrenda para cumplir con las labores de aseo, por ejemplo.
La falta de efectivo también afectó la venta de textos religiosos como las hojas dominicales y los folletos mensuales del Pan Diario, y las suscripciones parroquiales van quedando en el olvido a medida que la crisis se agudiza. Cada hoja dominical tiene un costo de Bs. 10.000 y la cantidad mínima para la venta es de 40 unidades; los folletos con las lecturas bíblicas de todo el mes cuestan Bs. 650.000. Quienes lo compran lo hacen para mantener su costumbre.
En la Librería San Pablo se recibían pedidos de diversos templos, entre ellos de la Catedral de Caracas, los cuales ascendían a 250 y 400 hojas cada domingo, ahora los pedidos no llegan a 100.
Vía El Pitazo
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