"No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesucristo me alcanzó a mí"(Filipenses 3:12 PDT).
Ayer hablamos acerca de algunas razones por las cuales necesitas establecer metas. Hoy vamos a hablar acerca de tres razones más sobre el porqué el establecimiento de metas es tan importante, que aun Jesús se estableció metas para el mismo.
- Necesitas establecer metas porque te dan esperanza para continuar moviéndote y soportar. Job dice, "¿Qué fuerzas me quedan para seguir esperando? ¿Qué fin me espera para querer vivir?" (Job 6:11 NVI). Necesitas una meta para que continúes.
Una meta no tiene que ser grande para que te motive. Por ejemplo, si tuvieras que tener una cirugía, tu primera meta es la recuperación y podría ser que te sentaras en la cama. Luego tratarías de ponerte de pie y después caminarías por el pasillo.
Todas ellas son metas pequeñas, pero todas son importantes, porque para llegar desde donde estás adonde quieres estar, no es de un solo y gran brinco. Son muchos pasos pequeños. Una meta no tiene que ser grande para ser importante – solo tiene que alentarte a seguir adelante
- Necesitas establecer metas porque construyen tu carácter. El mayor beneficio para tu vida no serán tus logros, sino lo que sucede dentro de ti, mientras te estás moviendo hacia tu meta.
Es por eso por lo que Pablo dice en Filipenses 3:12, "No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesucristo me alcanzó a mí" Se necesita energía, esfuerzo y propósito para alcanzar tu meta y el resultado es que tú te haces más como Cristo.
- Necesitas establecer metas porque las buenas metas serán recompensadas. Proverbios 11:27 dice, "El que madruga para el bien, halla buena voluntad." Cuando das tu vida a una buena meta, eso trae honor y construye un legado en la tierra,
Pero la verdadera recompensa al establecer buenas metas va a llegar en la eternidad. La Biblia dice en 1 Corintios 9:25-26, "Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire" (NTV). Pablo era un establecedor de metas con propósito. Tú necesitas ser eso también, para que puedas ganar el premio que Dios ha preparado para ti en el cielo.
Reflexiona sobre esto:
- Si hoy estás desalentado, establece nuevas metas. ¿Qué es aquello en lo que puedes trabajar que te motive y aliente mientras te acercas más hacia tu meta?
- ¿Qué cosa has aprendido acerca de ti mismo mientras has trabajado hacia una meta? ¿Una cosa que hayas aprendido acerca de Dios a través de esa búsqueda?
- ¿Cómo tus metas reflejan tu esperanza y lo que esperas que Dios hará en ti y a través de ti?
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