Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Oviedo vinculó el uso exagerado del teléfono móvil con el “aislamiento social, mala adaptación psicológica, problemas en el trabajo y conflictos con familiares y amigos”; así lo reseña el sitio web de la UPM.
“Usar el teléfono móvil de un modo compulsivo, hará que tengas menos amigos y más estrés”, destacó Antonio Hidalgo, profesor de la UPM y uno de los autores del documento.
“Aunque en un primer momento los smartphones fueron diseñados como herramientas que facilitan el contacto con otras personas y la relación con ellas, su uso compulsivo está derivando en consecuencias muy alejadas de esa idea inicial”, explicó.
Hidalgo asevera que “la adicción a los teléfonos inteligentes y el apoyo social se relacionan negativamente a lo largo del tiempo, a más adicción menos apoyo social. Además, las trayectorias de apoyo social a lo largo del tiempo entre individuos están influenciadas negativamente por los niveles anteriores de adicción al smartphone”.
Para el experimento, los científicos realizaron un seguimiento a 416 personas durante un año, analizando y observando la relación que había entre su adicción al uso de smartphones, sus relaciones sociales y la cantidad de angustia psicológica que experimentaron.
“A mayor adicción al teléfono móvil también aumentan los niveles de estrés psicológico de los usuarios. Aparecen también consecuencias similares a las de otras adicciones, como la adicción al juego, como son la mala adaptación psicológica y un incremento de los problemas y los conflictos con familiares y amigos”, agregó Alberto Urueña, otro investigador.
“La versatilidad de los teléfonos inteligentes para la comunicación tiene el potencial de promover un uso cada vez más extenso en nuestra vida diaria y los investigadores estamos comenzando a advertir sobre sus posibles consecuencias negativas asociadas”, resaltaron
Sin embargo, los estudios anteriores al respecto son limitados y poco representativos.
“La evidencia empírica sobre la relación entre la adicción a los teléfonos inteligentes y el bienestar psicosocial de los usuarios es todavía incipiente. Aunque ya hay algunas advertencias de parte de la Organización Mundial de la Salud, la mayor parte de la evidencia disponible proviene de estudios transversales realizados únicamente con estudiantes universitarios que representan solo una pequeña parte de la población. Esto hacía difícil que sus resultados pudieran extrapolarse”, expuso Hidalgo.
El estudio fue publicado en la revista Social Science Computer Review.
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