Correr es lesivo. Especialmente para las rodillas.
Cualquiera que haya corrido te puede decir que estar golpeando contra el suelo durante horas, precisamente maravillas a tus articulaciones no va a producirles.
Al correr, estamos cargando todo nuestro peso, sumado a la inercia de la velocidad que llevemos sobre una zona muy reducida. Este impacto se propaga por toda la estructura ósea y es especialmente dura con las caderas y las rodillas.
Ahora bien, si haces las cosas bien, no te vas a lesionar. Corras 10 o 100 km.
Lo primero que debes de saber, es que la pisada es lo más importante respecto a los dolores de las piernas. Emplear un calzado adecuado, con la amortiguación suficiente para el número de kilómetros semanales que realizas, y para tu tipo de pisada, es vital.
Veo gente que se queja de dolores, porque corren con tenis de 30 € y no saben siquiera qué tipo de pisada tienen. (Pronador, supinador, o neutro).
La pisada en la carrera lo es prácticamente todo, y el primer paso que recomiendo a todo aquel que tenga perspectivas a correr con frecuencia es que vaya a una tienda especializada y vea cuál es su tipo de pisada mediante un análisis biomecánico de su pisada. Este test, que lleva unos 5 minutos, te salvará de la mayoría de dolores que puedas presentar en tus piernas.
Hay ciertos porcentajes de gente que tiene un tipo de pisada u otro, lo habitual es ser neutro o ligeramente pronador. Para ellos, se fabrican la mayoría de calzados. Casos más extremos son los pronadores extremos y los supinadores, que requieren de calzados adecuados para ellos, con soporte para otras partes de tu pie para que tu pisada sea eficiente.
Otro tema, es la amortiguación. No es lo mismo pesar 80 kg que pesar 60 kg. Ni es lo mismo correr 10 km que correr 40km. Por lo tanto, los tenis para un caso y otro no han de ser los mismos. Los tenis con menor amortiguación te hacen más rápido en distancias cortas, pero son mucho más duros con tus rodillas. En cambio los tenis con mayores amortiguación, son mucho más suaves, y por lo tanto más aconsejables para entrenar, cuando no necesitas el máximo rendimiento.
Como regla general, a mayor peso y mayor nº de km semanales, mayor amortiguación necesitarás.
Además, en los tenis no puedes ir a lo barato. Escoge el calzado dentro de tus posibilidades que mejor se adapte a tu pie y de mejor marca sea. En este tema no hay nada que decir. Vas a hacer cientos de kilómetros sobre ellos. No quieres que por culpa de ahorrarte 20€, tengas un dolor crónico el resto de tu vida. El calzado es un aspecto vital, y debería ser considerado una inversión a amortizar y no tanto un coste.
Por último, y este es también un factor muy importante, es el tipo de terreno por el que corras. No hay nada más lesivo que el asfalto. Correr por asfalto todos los días machaca tus piernas. Al ser una superficie tan dura y abrasiva, el impacto de tu pisada es mucho mayor, y por lo tanto, el daño que causas a tus piernas.
Correr por tierra es muchísimo mejor, o por hierba incluso. Ir a un parque a correr es tan popular porque muchas veces es necesario. Si no alternas el asfalto con la tierra, los caminos o las pistas, es probable que te acabes lesionando de gravedad. Y una vez que te lesionas, no hay vuelta atrás.
Por lo tanto, alterna tipos de carreteras, pistas y rutas de manera que combines un poco de todo. De esta manera, prolongarás la vida de tus tenis como de tus zapatos.
En resumen:
- Aprende a ver tu pisada
- Escoge un buen zapato
- Alterna terrenos de tierra y asfalto.
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