Guillermo Cano Isaza, que encabezó una lucha frontal contra el narcotráfico y su penetración en las distintas esferas de la política y la economía colombiana, fue asesinado a tiros la noche del 17 de diciembre de 1986 por sicarios del cartel de Medellín que le dispararon cuando salía del diario en su vehículo.
La misma mafia atacó de nuevo a El Espectador el 2 de septiembre de 1989 cuando un camión bomba fue detonado al lado del periódico, dejando decenas de heridos y las instalaciones parcialmente destruidas.
La Fiscalía también dictó medida no privativa de la libertad contra Gustavo Adolfo Gutiérrez Arrubla, alias "Maxwell", señalado de ser uno de los hombres de confianza de Escobar.
Con base en las pruebas, la Fiscalía señaló que los procesados hicieron parte del denominado brazo armado de la banda de Escobar y, al parecer, tuvieron conocimiento y habrían incidido en la planeación del atentado contra el entonces director del diario El Espectador.
En el caso de "Popeye" hay indicios de su participación en una reunión en la que los cabecillas del cartel de Medellín, entre ellos Escobar, conspiraron para atentar contra Cano Isaza por sus publicaciones contra la organización narcotraficante y definieron la forma y quiénes ejecutarían el crimen.
De "Maxwell" se indicó que supuestamente "hizo las labores de inteligencia en Bogotá e identificó los movimientos y rutinas del comunicador".
Con respecto a "Maxwell", la fiscal del caso dispuso que cumpla presentaciones periódicas ante la autoridad competente, prohibición para salir del país, mantener buena conducta individual, familiar y social; no tener contacto ni comunicación con las víctimas, y pagar una caución equivalente a 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
"Popeye" quedó en libertad condicional en 2014 tras purgar 23 años de prisión por delitos cometidos cuando fue miembro del cartel de Medellín, que en los años 80 y comienzos de los 90 fue la principal banda narcotraficante del mundo al mando de Pablo Escobar, quien fue abatido por la policía en 1993.
El sicario reconoció haber matado a por lo menos 300 personas y organizado el asesinato de otras 3.000.
Sin embargo, el 9 de diciembre de 2017 la Fiscalía pidió revocar su libertad condicional acusado de extorsión y concierto para delinquir, por lo que fue detenido nuevamente el 25 de mayo del año pasado.
Fuente: agencia EFE
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