Los mejores científicos australianos han unido sus fuerzas para combatir el riesgo emergente de enfermedades infecciosas que pueden transmitirse a los humanos por animales e insectos.
La Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), la agencia científica nacional de Australia, anunció el viernes que trabajará con la Universidad James Cook (JCU) en una mayor vigilancia de la vida silvestre, un mejor monitoreo de enfermedades y un muestreo de campo más extenso.
Estudios anteriores han encontrado que el norte de Australia actúa como una puerta de entrada para las enfermedades infecciosas que se encuentran en el sudeste asiático debido a su proximidad a la región.
El CSIRO también advirtió que Australia es cada vez más susceptible a tales enfermedades debido a su creciente comercio, globalización y urbanización.
"Esta colaboración creará una capacidad de investigación integrada del norte y el sur que será fundamental para ayudar a fortalecer la preparación y respuesta de Australia a las enfermedades infecciosas emergentes", dijo Karen Andrews, Ministra de Industria, Ciencia y Tecnología de Australia, en un comunicado de prensa el viernes.
Según la investigación, se estima que el 75 por ciento de las enfermedades infecciosas en humanos se originan en animales.
Los investigadores de las dos organizaciones compartirán conocimientos y capacidades de capacitación para responder a la amenaza.
"La incidencia anual mundial de brotes de enfermedades infecciosas zoonóticas ha aumentado en más de un 300 por ciento desde la década de 1980", dijo Maxine Whittaker, decana de la Facultad de Ciencias Públicas, Medicinales y Veterinarias de la JCU.
"Esta tendencia preocupante ahora se ve como un riesgo para la seguridad de la salud mundial y nacional, con brotes globales recientes que incluyen la enfermedad por el virus del Ébola, la gripe aviar altamente patógena (gripe aviar) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS)".
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