Correr es, sin lugar a dudas, una actividad que nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Cuando uno se entrena adecuadamente, los progresos no se hacen esperar. Pero correr, como para realizar otros deportes, hay que practicarlo a conciencia.
El runner amateur, ése que corre por pasión pero que no se dedica profesionalmente, tiene que manejar sus tiempos entre entrenamientos, carreras, el trabajo, la familia y demás ocupaciones. Muchas veces, nuestro cuerpo y nuestra mente nos pasan factura y el cansancio nos saca ganas o nos resta rendimiento.
En primer lugar, hay que resaltar que el descanso es parte fundamental del entrenamiento. Es importante dejar que el cuerpo asimile lo ejercitado. Cuando el físico se siente agotado hay que "escucharlo" y darle ese merecido reposo.
Pero para inyectarse de energía para seguir adelante hay que tener en cuenta también otros tres factores: buena alimentación, buen descanso y buena hidratación. Tomar suficiente agua y comer hidratos de carbono suelen ser condiciones fundamentales para los músculos tengan la energía que necesitan. Dormir bien también es importante.
En el momento de entrenarse, hacerlo con el calzado y la ropa adecuada potencia nuestro andar y hace del ejercicio algo más placentero. Se pueden intercalar ejercicios de fuerza y técnica que potenciarán nuestro rendimiento, evitarán la fatiga muscular y posibles lesiones.
Combinar otras actividades físicas de menor impacto logra darle a los músculos el tiempo necesario para reabsorver el ácido láctico (y evitar los comunes dolores musculares) y regenerarse las fibras que se rompen al correr.
Antes de cada entrenamiento es fundamental la entrada en calor, y al terminar hacer ejercicios de estiramiento y relajación para una correcta vuelta a la calma.
En los corredores es muy común el sobreentrenamiento. Eso de sumar kilómetros con intensas jornadas, pensando que al someter nuestro cuerpo lograremos mejores resultados. Lo cierto es que, dependiendo del objetivo que perseguimos, es importante intercalar pasadas (distancias cortas a mayor velocidad), fondos (distancias largas a ritmo sostenido), cuestas y ejercicios técnicos.
Los dolores son avisos que el cuerpo nos da. Advertirlos y estar atentos a ellos nos dan la certeza de evitar posibles lesiones y de cuáles son los errores a revertir.
Muchas veces, correr es el remedio para momentos de desgano o problemas, pero el cuerpo juega un rol fundamental en esta aventura del runnning. El equilibrio del factor físico y mental hacen a un corredor. Podemos tener la voluntad, pero si la maquinaria no está óptima no vamos a poder evolucionar. Por eso los corredores tenemos que cuidar nuestro cuerpo, que es el vehículo de esta pasión.
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