La reforma del edificio dota de 8.400 metros de espacio expositivo a la histórica casa de subastas
'La Jeunesse de Bacchus', de William-Adolphe Bouguereau expuesta en Sotheby's |
Una de las primeras decisiones que tuvo que tomar Tad Smith cuando se puso al frente de la histórica casa de subastas Sotheby's era qué hacer con la sede en Nueva York. El edificio se les estaba quedado pequeño, pese a ser una verdadera mole. Su equipo estuvo considerando durante mucho tiempo la mudanza. Y cuando parecía que todo estaba encarrilado, pidió que hicieran el mismo ejercicio pero a la inversa.
"Al final elegimos quedarnos", explica, “y este es el resultado”. A base de tirar muros y techos, se liberó un espacio expositivo de 8.400 metros cuadrados en las cuatro primeras plantas del edificio en York Avenue, en le extremo este de Manhattan. El nuevo espacio consta de 40 galerías abiertas el público y nueve privadas, reservadas para ventas. Todas tienen dimensiones diferentes: la más grande mide 380 metros cuadrados, y la más pequeña 30.
Como explica el arquitecto japonés Shohei Shigematsu que ha estado al frente del proyecto, así es como se consigue “flexibilidad a través de la diversidad”. “Hemos dado más libertad al edificio”, añade, “para que deje de ser un gran elefante”. Las enormes columnas que estaban escondidas tras la paredes quedan ahora a la vista y quedan de este modo integradas en la historia que se muestra. El objetivo es dar un uso más eficiente al espacio.
El resultado de la remodelación es que la nueva área dedicada a exposiciones en la sede neoyorquina de Sotheby's es mayor que la de los museos Whitney y Guggenheim. Al entrar en el edificio se ve al fondo una enorme sala donde se muestra la monumental obra maestra La Jeunesse de Bacchus de William-Adolphe Bouguereau. El cuadro se subastará por primera vez este mes con un precio estimado en unos 30 millones de dólares. Pero esto es solo el comienzo del paseo por el recién rehabilitado espacio donde se muestran el fascinante Meules de Claude Monet, una de las obras más revolucionarias y celebradas del impresionista. Tiene un valor estimado que excede los 55 millones. Es la tercera vez que exhibe en público, la última vez fue hace más de 30 años en 1986. “Está en perfectas condiciones”, comenta August Uribe, responsable del departamento de arte impresionista y moderno en la casa de subastas.
La obra de Monet comparte planta con ocho pinturas de Pablo Picasso, que abarcan su prolija carrera como artista. Una de ellas es Femme au chein, un retrato de su mujer, Jacqueline Roche, cuyo precio estimado es de 30 millones de dólares. Por un valor similar saldrá a la venta otra obra de Picasso: Mousquetaire a pipe. Los dos cuadros corresponden al último periodo del pintor malagueño, en el que mantuvo toda su fuerza y calidad. “Son muy poderosas”, valora Julian Dawes.
El objetivo de la remodelación de la sede neoyorquina de la casa de subastas, explica Allan Schwatzman, presidente de la división de artes plásticas de Sotheby's, es crear una nueva experiencia para el visitante. La idea es entablar con el público el mismo tipo de diálogo que existe en un museo. “Estamos logrando colocar las obras en el centro de la conversación”, concluye David Galperin, responsable de arte contemporáneo, “para encapsular así el momento cultural”.
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