Dicen que los ojos son el espejo del alma. Pues bien, añadiríamos que el contorno es el espejo del cuerpo. A través de él es muy fácil identificar si una persona descansa bien, se cuida, ríe mucho e incluso su tipo de piel. En este caso es mejor prevenir, y si quieres que tu contorno de ojos no te sume años, estas son las claves que deberías tener en cuenta.
Desmaquillate siempre (y bien), antes de ir a dormir
Todos sabemos la teoría, pero muchos fallamos algunas veces en la práctica (sobre todo cuando estamos muy cansados). Irte a la cama con la piel perfectamente limpia es imprescindible para mantener la piel sana, evitar que aparezcan milliums y como paso indispensable antes de hidratar la zona.
A la hora de elegir el desmaquillante, opta por uno con base oleosa, ya que retira todo más fácilmente y evita que maltrates la zona durante el proceso.
A la hora de elegir el desmaquillante, opta por uno con base oleosa, ya que retira todo más fácilmente y evita que maltrates la zona durante el proceso.
Invierte en un buen contorno de ojos
Hay algunos cosméticos en los que deberíamos invertir y este sin duda es uno de ellos: la piel del contorno es muchísimo más fina y sensible que la del resto de la cara, así que, ni debemos aplicar la misma crema del rostro, ni muchísimo menos no hidratarla. El dinero que gastes en contornos a tiempo, los ahorrarás en antiarrugas después.
Trátalo con cariño
Cuando desmaquilles, apliques la crema o te maquilles, trata tu contorno como si fuese el pétalo de una rosa. Es una zona sumamente delicada y puede que tú misma estés acentuando esas líneas de expresión sin darte cuenta.
Ponte una mascarilla o parches al menos una vez a la semana
Quienes tienen un contorno complicado (sensible, con tendencia a deshidratarse y a veces con dermatitis), puede mejorar muchísimo si se trata con más mimo, y eso incluye mascarillas y parches descongestivos. No solo le aportas una buena dosis de activos, sino que también ayudas a evitar líneas de expresión prematuras.
Nunca salgas de casa sin tus gafas
Elige unas de buena calidad. Si utilizas gafas graduadas, elige fotocromáticas (de las que cambian de color), ya que el sol causa verdaderos estragos sobre la piel, ya sea vía radiación --hay muchas ojeras que en realidad son manchas pigmentarias que se borran con IPL--, o simplemente porque el reflejo de fruncir el ceño cuando la luz nos molesta, resiente mucho la zona.
Bebe mucha agua
Beber agua, y en general cuidar tu alimentación pueden evitarte bolsas y ojeras: el exceso de sal puede ser el causante de las primera, y la falta de hierro de las segundas, por ejemplo). Somos lo que comemos y en este caso ni el contorno se salva.
Duerme y ríe todo lo que puedas
Ya sabemos que dormir bien es imprescindible para que el cuerpo se regenere y pueda llevar a cabo sus funciones durante el día. El cansancio se nota automáticamente en el contorno de los ojos porque los vasos capilares se dilatan, otorgando a la zona un color morado. Es uno de los muchos motivos por los cuales deberíamos dormir 8 horas.
Reír también tiene muchas ventajas, ya que activas los músculos faciales y estimulas la microcirculación, incluyendo la de la zona del contorno... eso sin contar con los beneficios que trae a nuestro bienestar físico y emocional.
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