martes, 11 de febrero de 2020

Recuerda: No Estás en Casa Todavía



“Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno”. 2 Corintios 4:18 (NVI)
Al esforzarte por alcanzar las metas que Dios te ha dado, es importante recordar que la vida en la tierra es solo un trabajo temporal. Saber esto debería alterar radicalmente tus valores y fijar tu atención en las cosas que son importantes eternamente.
Como observó C. S. Lewis, “Todo lo que no es eterno, lo que es eternamente inútil”.
Es un error fatal asumir que las metas de Dios son prosperidad material o éxito popular como lo define el mundo. La vida abundante no tiene nada que ver con la abundancia material. La fidelidad a Dios no garantiza el éxito en la carrera, ni siquiera en el ministerio. Nunca te enfoques en coronas temporales.
Pablo era fiel, sin embargo, terminó en la cárcel. Juan el Bautista era fiel, pero fue decapitado. Millones de personas fieles fueron martirizadas, perdieron todo o llegaron al final de sus días sin tener nada para mostrar. Pero el fin de la vida no es el fin.

La Biblia dice en 2 Corintios 4:18, “Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno” (NVI).
Cuando la vida se ponga difícil, cuando estés agobiado por las deudas, o cuando te cuestiones si vale la pena el esfuerzo de vivir para Cristo, recuerda que no estás en casa todavía. Al morir no dejarás tu hogar —irás a tu hogar.
Reflexiona sobre esto:
  • Piensa en las metas por las que te esfuerzas cada día. ¿De qué manera tu esfuerzo refleja la perspectiva eterna?
  • ¿De qué forma la perspectiva eterna afecta tus Relaciones? ¿Tu actitud? ¿Tu testimonio?
  • ¿Por qué piensas que Dios te bendice financieramente o en tu carrera, si las coronas terrenales no son importantes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bukowski.......Un poeta?

Alguien escribió... Charles Bukowski era un alcohólico, un mujeriego, un jugador crónico, un patán, un tacaño, un vago, y en sus peores días...