Tu Fe Puede Mover Montañas

“Tengan fe en Dios. Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: ‘Levántate y échate al mar’, y sucederá; pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna duda en el corazón. Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya”.  Marcos 11:22-24 (NTV)

La fe abre la puerta a los milagros. Si estudias la Biblia y la historia, encontrarás que cada vez que Dios se mueve en la tierra y hace un milagro, es porque alguien creyó.

Jesús lo dijo en Marcos 11:22-24, “Tengan fe en Dios. Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: ‘Levántate y échate al mar’, y sucederá; pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna duda en el corazón. Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya” (NTV). ¡La fe puede mover montañas!

Dios ha configurado el universo en una jerarquía de leyes y la ley de la fe es actualmente la ley más grande que la ley de la naturaleza. Ahí es donde vienen los milagros. Porque cuando se usa la fe, la ley de la fe entra en práctica y la ley de la fe puede en realidad hacer más que las leyes de la física.

¿Dios sigue haciendo milagros hoy? Por supuesto que lo hace. Cada vez que ejercitas tu fe, Dios hace milagros. Mi pregunta para ti es: ¿Cuál es la montaña que necesita ser movida en tu vida? ¿Cuál es la cosa que has decidido que nunca cambiará? Pero, ¿Cómo sabes que no cambiará? Tal vez Dios quiere que tu fe sustituya la ley de la naturaleza. Él lo ha hecho en el pasado y Él lo está haciendo hoy en todo el mundo. Dios está en el negocio de mover montañas. No dudes o subestimes lo que Él quiere hacer en tu vida.

Mateo 13:58 dice, “Y por la incredulidad de ellos, no hizo allí muchos milagros” (NVI).

Podrás decir, “No veo muchos Milagros en mi vida”. Cómo contestarías esta pregunta: ¿Estás viendo con los ojos del temor, o está viendo con los ojos de la fe? La fe abre la puerta a los milagros.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Con cuál petición de oración, te has dado por vencido en tu vida —creyendo que las cosas nunca cambiarán?
• ¿Cómo piensas que Dios quiere que comiences a orar por esa necesidad? ¿Qué es lo que Él quiere que hagas en fe?
• ¿Cuándo has visto con tus ojos de fe y no con tus ojos de temor?