Una vez conversaba con una destacada corredora de montaña y me decía que el éxito de un corredor está no tanto en saber subir sino en saber encarar las bajadas.
A continuación algunos trucos que pueden ayudarnos en ese sentido:
1.- La mejor manera de encarar una bajada es dando pasos cortos y rápidos. No hay que inclinarse hacia atrás ni tratar de frenarse con los talones.
2.- No hay que doblar la espalda hacia adelante. Aunque sea tentador bajar saltando o rebotando, no hay que hacerlo porque justamente es eso lo que lastima las piernas y atrae futuras lesiones.
3.- La clave para correr en una pendiente sin lesiones a largo plazo está en una buena técnica y mucha práctica. La mayoría de los corredores se van frenando con los talones mientras bajan. Bajen sin miedo y se van a frenar menos, relájense y dejen que la misma fuerza de gravedad los ayude. No se van a caer.
4.- La zancada debe ser más corta y con mayor cadencia. El esfuerzo muscular en bajada debe ser menor que el que se ejerce sobre una superficie plana y la cadencia debe ser alta.
5.- Si se aumenta la velocidad bruscamente en las bajadas, el cuerpo comienza a utilizar un sistema de energía diferente, que suele terminarse pronto y por eso el cuerpo se agota.
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