martes, 9 de junio de 2020

Haz Menos para que Puedas hacer Más




“Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados”. Salmo 127:2 (NTV)
La Biblia dice en Marcos 12:30, “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (NTV). Otra forma de decir esto es, ama a Dios con todo lo que dices, con todo lo que sientes, con todos tus pensamientos y con todos tus actos. Dios te formó para que primero hables, sientas, pienses o seas un hacedor.
Los “Hacedores” aman a Dios con sus fuerzas. Ellos son activistas enérgicos de la vida — los que hacen las cosas, los que cumplen, los trabajadores y las personas que empujan hacia adelante y hacen que las cosas sucedan, en el sentido más práctico de la vida.
¿Cuál es el propósito de “hacedores” en el mundo?
El mundo necesita contribución. No sólo necesita comunicación, compasión y consideración. ¡También tenemos que hacer el trabajo! Necesitamos personas con iniciativa, energía, acción y orientados para logros.
Pero todos tenemos fallas, y para los hacedores, es el exceso de trabajo. Los hacedores siempre están trabajando. Ellos nunca dejan de pensar, y ellos seguramente no se detienen a sentir. ¡Siempre están ocupados!
Dios dice en Salmos 127:2 “Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados” (NTV). Si eres un hacedor, ese es un buen versículo para que lo pongas en el espejo de tu baño. Dios quiere que sus amados hijos tengan el descanso apropiado.
Algunos de ustedes necesitan hacer menos. No menos para Dios, pero menos en otras áreas para que tengan más tiempo para hacer lo que más importa.
La Biblia dice que cuando te conviertes en creyente, Dios crea una nueva persona dentro de ti: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” 2 Corintios 5:17 (NVI).
Cuando te conviertes en un creyente, tu pasado es perdonado, tienes una razón para vivir y tienes un hogar en el cielo. Permíteme decirte algo que no cambia cuando vienes a Cristo: No cambia tu personalidad. Dios no te reprime cuando vienes a Él. Sólo cambia tu dirección. De hecho, Él quiere empoderarte. Recuerda, ya habías recibido tu personalidad de parte de Dios.

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devocional de Rick Warren
Dios no quiere que seas un clon de nadie más, en la forma en la que lo adoras, sirves y amas. Él quiere que le sirvas con tu personalidad. No solo eso, sino que Él fortalecerá tu personalidad, no quiere desalentarla, Él te hará que tú seas más tú de lo que nunca has sido.
Reflexiona sobre esto:
  • ¿Eres sociable, sentimental, pensador o hacedor? ¿Por qué crees que eres así?
  • ¿En qué áreas necesitas hacer menos para que tengas más tiempo de hacer las cosas que realmente importan?
  • ¿Cómo los demás ven tu personalidad en la forma en la que adoras y sirves?

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