Las relaciones siempre merecen ser restauradas.
La vida se trata de aprender a amar, y Dios quiere que valoremos las relaciones y hagamos todo lo posible por mantenerlas en lugar de descartarlas cada vez que surja una grieta, un daño o un conflicto.
De hecho, la Biblia nos dice que Dios nos ha dado el ministerio de restaurar las relaciones. Por esta razón, una gran parte del Nuevo Testamento está dedicada a enseñarnos a llevarnos bien el uno con el otro.
El apóstol Pablo enseñó que nuestra capacidad para llevarnos bien con los demás es una señal de madurez espiritual. Debido a que Cristo quiere que su familia sea conocida por el amor mutuo, el compañerismo roto es un testimonio vergonzoso para los incrédulos. Por lo tanto, Pablo estaba tan preocupado de que los miembros de la iglesia en Corinto se dividieran, se enfrentaran, e incluso fueran a los tribunales.
Él escribió: “Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes?” 1 Corintios 6:5 (NVI).
Él se sorprendió de que nadie en la iglesia fuera lo suficientemente maduro como para ayudar a resolver el conflicto pacíficamente. En la misma carta, dijo: “Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito“ 1 Corintios 1:10 (NVI).
Si queremos la bendición de Dios en nuestras vidas y queremos ser conocidos como hijos de Dios, debemos aprender a ser pacificadores. Jesús dijo: “Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios“ Mateo 5:9 (TLA).
Nota que Jesús no dijo: “Dios bendice a los amantes de la paz”, porque todos aman la paz. Tampoco dijo: “Dios bendice a los pacíficos”, que nunca parecen molestarse por nada. Jesús dijo: “Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo“, aquellos que buscan activamente resolver el conflicto.
En los próximos días, veremos los pasos necesarios para resolver el conflicto. Los pacificadores son raros porque la paz es un trabajo difícil. ¡Pero debido a que fuiste formado para ser parte de la familia de Dios, el establecimiento de la paz es una de las habilidades más importantes que puedes desarrollar!
Reflexiona sobre esto:
- ¿A qué personas conoces que son pacificadores? ¿Cómo describirías su carácter?
- ¿Qué puedes hacer hoy para trabajar por la paz en tus relaciones y en tu comunidad?
- ¿Por qué el trabajo por la paz es tan difícil?
No hay comentarios:
Publicar un comentario