Algunos de nosotros, incluso entre los que somos creyentes, pensamos que cuando estamos teniendo problemas, Dios está ajustando cuentas con nosotros, que solo está intentado que regresemos.
Es como el hombre que está conduciendo hacia un lago en una montaña, y en el camino comienza a nevar, así que tiene que poner cadenas en sus llantas. Mientras está haciendo esto, otro carro llega y golpea su auto. Y él observa con horror que su auto cae por un barranco.
Continúa subiendo la montaña a pie, con la nieve y la lluvia, y se está enfermando por el frio. Entonces, mientras pasa la última curva, ve que su cabaña está incendiada. Levanta sus manos al cielo y pregunta: “¿Por qué a mí, Dios?” Se abren los cielos, y una voz dice, “Porque algunas veces me haces enojar”.
Tal vez has pensado que esa es la forma en la que Dios siente acerca de ti. Tal vez piensas que cuando tienes un problema, significa que Dios está molesto contigo. Pero así no es Dios. Él está a tu favor, no en tu contra. Si, como ese hombre en la montaña con nieve, estás experimentando circunstancias difíciles, no es porque Dios esté molesto contigo. Ese no es un reflejo del corazón de Dios hacia ti. De hecho, la Biblia dice que “hemos puesto nuestra confianza en su amor” 1 Juan 4:16 (NTV).
Dios no guarda resentimiento. Esa no es su naturaleza. Él dice, “Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías” Isaías 43:25 (TLA). Si has recibido a Jesús como tu salvador, entonces no hay condenación porque estás en Cristo (ver Romanos 8:1). Tomemos esa verdad y reemplacemos las viejas mentiras.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Por qué crees que cosas difíciles o malas, algunas veces suceden a los cristianos?
- ¿Qué necesitas dejar en el pasado a causa de que Dios te ha perdonado y redimido?
- ¿Cómo crees que Dios quiere que respondas a la adversidad?
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