Si tu edad bordea los 20, 30 o 40 años, te compartimos una rutina de ejercicios y los alimentos que no deben faltarte para mantenerte en forma y saludable.
A medida que envejecemos no solo nuestras costumbres cambian, con nuestra condición física pasa lo mismo; y ni que decir de nuestro metabolismo, este se hace cada vez más lento y dificulta nuestra pérdida de peso.
Tomando en cuenta esto, los especialistas en fitness nos explican qué debemos tomar en cuenta al momento de optar por una rutina, según la edad que tengamos:
20s
Tu metabolismo es rápido, puedes tener un gasto calórico de hasta 2500 calorías y la mejor manera de mantenerlo de esa forma es teniendo cinco comidas al día: tres grandes y dos comidas ligeras (snacks).
Alimentación: se recomienda considerar: carnes magras, pescado, huevos, legumbres cocinadas sin grasa, lácteos desnatados, frutas y verduras.
Entrenamiento: en el caso de tu entrenamiento, este debe incluir pesas, cardio o aeróbicos y estiramientos, por lo que un entrenamiento de alta intensidad, gimnasia aeróbica, “running”, spinning, zumba, con una frecuencia de 75 a 90 minutos al día hasta 5 veces por semana, te permitiría aprovechar tu condición y tener resultados en corto tiempo.
30s
Si a tus 30s has sido una persona con una vida sedentaria, este es el momento ideal para cortar con esas costumbres que te pegaban al sofá. En esta etapa de tu vida, el organismo alcanza el punto más elevado de masa ósea, pero paradójicamente inicia también la pérdida gradual y constante de la misma
Alimentación: consumir diariamente alimentos ricos en calcio, es decir, legumbres, verduras de hoja verde, frutas con aporte de vitamina C para que el calcio se fije, cereales y levadura de cerveza.
Entrenamiento: la intensidad de los ejercicios debe ser más moderada, pero en lapsos más prolongados, ya que lo que más interesa es quemar grasa y fortalecer el corazón.
Incluye en tu rutina ejercicios específicos en máquinas o pesas, más cardio, “running” de manera moderada, crossfit, body combat o TRX, en un lapso de 60 a 75 minutos, 4 o 5 veces por semana. Puedes aplicar una variante en tus rutinas para incrementar el tono muscular y la resistencia aeróbica controlando tus pulsaciones al correr, nadar o hacer bici.
40s
La OMS estima que a partir de este momento la necesidad energética disminuye en un 5% por cada década, pues el metabolismo basal se reduce.
Alimentación: por este motivo es recomendable disminuir el consumo de grasa de origen animal; es mejor consumir comida a la plancha, pescado y aceite de oliva.
Entrenamiento: tienes que procurar un entrenamiento que esté más enfocado en evitar la pérdida de fuerza, mantener el tono y la resistencia física. Realizar ejercicio cardiovascular y deportes de menor impacto. Actividades acuáticas, baile, bicicleta, yoga y pilates son ideales para ti. No olvides que realizar un calentamiento antes de cualquiera de estas actividades es indispensable para cuidar tus músculos y articulaciones.
Los expertos mencionan que mientras más acostumbrado esté tu cuerpo a realizar actividad física, será más sencillo mantener ese ritmo y gozar de los beneficios que esto traerá a tu vida.
Con información de Informe 21.
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