HIT & RUN
Por Antonio "Toño" Soler
En la mañana del 5 de noviembre, Johnny Paredes dejó el plano terrenal para comenzar a brillar con la misma luz con que brilló en los terrenos de juego de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, las Grandes Ligas y Japón, donde su calidad se mostró durante su época de pelotero activo, en la memoria de quienes disfrutamos de su carrera.
Paredes a quienes muchos compararon con su mentor Jesús Marcano Trillo, a quien emuló en su elegante e inconfundible estilo para fildear los roletazos, fue una figura importantísima dentro del seno de Águilas del Zulia.
Participó en tres de los seis campeonatos rapaces como uno de los titulares indiscutibles de los jerarcas de la LVBP en las temporadas 1983-1984, 1991-1992 y 1992-1993, teniendo la fortuna de efectuar el último lance para los títulos del 83-84 y 92-93, primero y cuarto en la historia de la divisa zuliana.
Ganador del premio Novato del Año en la histórica y siempre bien recordada temporada 1983-1984, Paredes se convirtió en una referencia en el clubhouse, en un líder para la mejor generación de nativos en la historia del conjunto zuliano, un grupo que llegó de la mano de Rubén Amaro Mora, Noé Maduro, Cesar Tovar y Pompeyo Davalillo, junto al apoyo de Luis Rodolfo y Ruperto Machado Silva en las oficinas del club.
Johnny fue primer pelotero originalmente firmado por Águilas en llegar a las Grandes Ligas, siendo el encargado de recibir a Carlos Quintana, Pedro Castellano, Cristóbal Colon, Wilson Álvarez, Julio Machado, Danilo León, Eduardo Zambrano, Alex Delgado y a quienes siguieron su camino a las Mayores, conformando junto a otros que no llegaron al Big Show, como José Solarte, Henrique A. Gómez o Blas Cedeño, la generación dorada de Águilas.
Pelotero de mucha inteligencia, uno de los mejores tocadores de pelota de los últimos tiempos, maestro dragando la bola para pasar al pitcher y sacar al inicialista de su posición, siempre estaba en el juego y eso era una gran ventaja, tanto defensiva como ofensivamente, para los equipos en los que jugara.
Nunca olvidaremos cómo en un juego de la temporada 1986-1987 contra Tiburones, en Maracaibo, dragó la pelota con su sello característico, para apuntarse un infield hit y luego robar la segunda y anotar desde esa base con un wild pitch, provocando después una de las tanganas más espectaculares en la historia del Luis Aparicio.
Jugó además con La Guaira y Caribes en Venezuela, y en la gran carpa con Montreal y Detroit, además de ser uno de los primeros venezolanos en ir a jugar en el beisbol japonés.
Hoy no está físicamente con nosotros pero por su carrera será un inmortal en la memoria de sus familiares, amigos y amantes de la pelota, en especial los fanáticos de Águilas del Zulia.
Será hasta la próxima, Dios mediante, y recuerden sintonizarnos en nuestro canal YouTube, Beathespreadbet.
(Toño Soler es un periodista zuliano con casi tres décadas de trabajo en los medios de comunicación. Su voz como comentarista del circuito de las Águilas es una de las más características de nuestra pelota, y su análisis uno de los más claros en la LVBP. Comenzó en 2020 a publicar su columna en El Emergente.)
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