Furoshiki para una Navidad de regalos envueltos sin papel
Este año el árbol de Navidad revestirá un aire oriental. No porque Papá Noel vaya a venir con kimono ni tampoco porque el bonsái vaya a sustituir al abeto o al pino, sino porque al pie del árbol encontraremos elegantes paquetes envueltos a la moda de Japón: los 'furoshikis' . También a los Reyes Magos les gustan los regalos envueltos con tela.
¿Furoqué? Furoshiki. Cuidadosamente doblado, a menudo con un nudo, el furoshiki es un simple cuadrado de tela que sirve de envoltorio para un libro, una botella, una caja, una flor, un dulce… ¡Se acabó la época del despilfarro de los rollos de papel de regalo! Ha llegado la hora regalar un furoshiki, con efecto sorpresa garantizado y reutilizable hasta el infinito.
En el periodo Edo que empezó en 1603, los japoneses transportaban sus efectos personales a los baños públicos, que llaman furo, en una tela anudada que extendían en el lugar, shiki, para utilizarla como alfombra de baño. En esta época, existían también furoshikis nupciales elegantemente bordados con la heráldica familiar o símbolos de buena suerte. El crisantemo o la grulla representan la longevidad, mientras que la carpa augura fuerza y perseverancia. Para un nacimiento, un ciruelo en flor simboliza una nueva esperanza.
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