Misioneros en China que murieron al defender a tres jóvenes que iban a ser violadas
Luis (Luigi) Versiglia nace en Oliva Gessi (Pavía, Italia) el 5 de junio de 1873. Quiere ser veterinario pero en el colegio de los salesianos conoce al fundador, Don Bosco, que es su maestro. Se confiesa con él y queda impresionado por su santidad.
A la muerte de san Juan Bosco, en marzo de 1888, Luis asiste a la imposición del crucifijo a siete misioneros que partirán en breve. El joven decide en ese momento aparcar la idea de ser veterinario y quiere hacerse misionero.
Entra en el noviciado, estudia Filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma y en diciembre de 1895 recibe el orden sacerdotal.
Se abre un noviciado en Genzano y Versiglia es nombrado director y maestro de novicios. Allí estará 9 años.
Enviado a China
En 1905 estudia idiomas y el 19 de enero de 1906 parte a China al frente del que será el grupo de misioneros salesianos en aquel país. El obispo de Macao los acoge y les encarga el cuidado de 55 muchachos de un orfanato.
Pero Macao (colonia portuguesa entonces, con un régimen anticlerical) recibe órdenes de la metrópolis de expulsar a los salesianos. El 29 de noviembre de 1910, Luis Versiglia y su grupo obedecen y se trasladan a Hong Kong.
Luego son enviados al distrito de Heung Shan (China), donde se confía otro orfanato a los salesianos. Con muchas dificultades, crece el trabajo misionero y Versiglia es nombrado obispo en 1921.
Calixto Caravario se une
En 1922, Versiglia viaja a Italia y allí el joven Calixto Caravario le pide ir con él a las misiones. Versiglia acepta.
Persecución de los cristianos
En verano de 1926, en el área de Shiw Chow comienza la persecución contra los cristianos: creen que son extranjeros que atacan su cultura, los insultan y en 1927 se pasa al incendio de las iglesias y las escuelas. Este ambiente anticristiano ya no cesará.
El 24 de febrero de 1930, Luis Versiglia y el padre Calixto Caravario parten en misión a Linchow (hoy Lianzhou, cerca de Cantón) junto con tres alumnas salesianas. Pero en el viaje son asaltados por unos piratas. Quieren dinero y algo peor: abusar de las muchachas.
Luis Versiglia y Calixto Caravario defienden a las chicas, por lo que los piratas deciden dar muerte a los dos salesianos: los fusilan y a ellas las raptan.
Poco después, los restos mortales de ambos misioneros serán repatriados a Italia.
En 1976, el papa Pablo VI declaró mártires de la Iglesia a Luigi Versiglia y a Calixto Caravario. En mayo de 1983 fueron beatificados y el 1 de octubre de 2000, Juan Pablo II los canonizó junto con otros 199 mártires en China.
Fragmento de una carta de san Calixto Caravario a su madre
Al morir mártir, san Calixto Caravario llevaba ocho meses de sacerdocio. Desde la misión había escrito 82 cartas en las que expresa su deseo de ser sacerdote santo, llevar almas a Dios y estar dispuesto a entregar la vida por Él.
En una dice así: «¡Ahora tu Calixto, ya no es tuyo, debe ser totalmente del Señor, completamente dedicado a su servicio! […] ¿Será breve o largo mi sacerdocio? No lo sé. Lo que importa es que yo haga el bien y que al presentarme ante el Señor, pueda decir que he hecho fructificar, con su ayuda, las gracias que él me ha concedido».
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